Dia 2: Reykjavik - Sólheimahjáleiga en Mýrdalur

Amanece en Reykjavik. Una de mis preocupaciones en este viaje eran las horas de luz en el mes de septiembre, y es que en estas fechas, en las que ya las temperaturas sufren una fuerte bajada, el sol sale a las 07:00 am y no se oculta hasta las 08:00 pm.

Nosotras tenemos un dia bastante ocupado, pero tampoco hace falta levantarse con el primer rayo del dia, jejeje.
Tenemos que estar listas a las 9 am porque nos vienen a recoger para ir a la casa de alquiler de coches. Preparamos nuestras cosas y bajamos a desayunar. El buffet está muy bien y es abundante, tostadas, embutido, cereales, cafe, té, zumos...

A las nueve en punto aparece el chico que nos llevará hasta Europcar para firmar el contrato del vehículo. Está en un polígono industrial a 5 minutos del hotel y nos vamos fijando en el trayecto, puesto que tendremos que devolver el vehículo aquí. 

El contrato está cerrado por la agencia, aunque por supuesto, intentan vendernos una serie de seguros para nosotras. Pregunta: ¿El vehículo está asegurado? Respuesta: A todo riesgo...pues o.k., nosotras también tenemos nuestro propio seguro de viaje.

Hemos reservado un turismo, puesto que no tenemos intención de meternos por el centro de la isla, donde son necesarios vehículos todoterreno, así que nos dan un suzuki swifft de color azul. Importante también, que sea un vehículo que no consuma demasiado. También nos dan una tarjeta para que nos hagan un pequeño descuento si repostamos en las gasolineras de la cadena N1, la principal en la isla.

Pues ya está, ahora que tenemos el coche solo falta incorporarnos a la ronda principal y buscar la dirección para salir de la ciudad. Esta ronda se divide en A,B,C y D. No tenemos ni idea de que significa, pero nosotras buscamos como dirección Vik, y enseguida damos con la salida.

Hoy ha amanecido con lluvia, pero según las predicciones, no durará muchos días  La verdad, es que nosotras, después de un verano que dura ya cinco meses, estamos encantadas con la lluvia.

Conducir por Islandia es muy fácil. Existe una sola carretera principal, que es la N1 y el resto son secundarias o carreteras de montaña que tienen una F delante del número. Conducir con mapa es super sencillo y además, los lugares más turísticos están perfectamente señalizados y acondicionados para su visita.

Existe un símbolo, que nos informa constantemente de que aquí hay algo que ver.

Comenzamos nuestro viaje de manera tranquila. Tenemos en nuestros planes visitar ciertos lugares, pero lo mejor de esto, es pararse cuando algo te llama la atención y es que mires a donde mires, el paisaje es impresionante.

Seguimos camino bajo la lluvia y de repente algo nos llama la atención. Decidimos desviarnos al parking y vemos con ilusión que se trata de un cráter de un volcán!!! Se trata del cráter Kerið, con un lago en el interior. Hay varios en la zona, pero este es de los mas populares por encontrarse mas próximo a la carretera principal. 

Después de esta maravilla, continuamos nuestro camino. Nos dirigimos a la zona de Geysir, famosa por sus conocidos geyser, de ahí el nombre. Estos fenómenos de fuentes termales, que pueden lanzar agua hirviendo a una altura de hasta 80m, son conocidos principalmente por El Geysir, que fue el primero. En la actualidad, existen pequeños geyseres sin apenas actividad.

Desde que era pequeña siempre he tenido mucha curiosidad por estos fenómenos de la naturaleza y estar aquí me parece un sueño. Es El Strokkur, el que en la actualidad, mantiene la actividad, de minuto y medio mas o menos.

Espero que nadie se haya molestado por los comentarios en este vídeo, pero es que estar ante este maravilloso espectáculo de la naturaleza, nos disculpa de todo.

Tras pasarnos unos 20 minutos inmortalizando a Strokkur de todas las maneras posibles, decidimos apartar las cámaras y disfrutar simplemente de su actividad.

Antes de irnos, vamos a visitar al famoso Geysir, que aunque ya no expulse agua, es igual de impresionante. Sigue lloviendo y decidimos resguardarnos en la gran tienda de souvenirs que también tiene cafetería. Aprovechamos para comprar las postales que enviaremos a los nuestros, nuestros imanes de neveras y sobre todo curiosear. Con este frío y a pesar de estar muy abrigadas, no podemos evitar tomar un chocolate  bien calentito.

Seguimos en ruta por el parque natural de Þingvellir y nos dirigimos por la carretera 30 a lo que ninguna palabra del diccionario es capaz de describir correctamente. Había leído sobre ella, y sabía que era una catarata, pero jamás imaginé que sería así...La catarata de Gulfoss.

Esta catarata es una de las mayores atracciones de la isla. Se encuentra en el cauce del río Hvítá. En este punto, el agua se desliza sobre dos saltos para caer en una grieta de 32 m de profundidad y unos 20 m de anchura. La fuerza del agua y la sensación al encontrártela de repente, es indescriptible.

A pesar de la lluvia y del frío estamos alucinadas y por supuesto nos acercamos lo mas cerca posible del caudal del río. Esto es una pasada!!!!

Tenemos que seguir viaje, porque todavía hemos visto la mitad del día. Tenemos que regresar a la carretera principal, la N1, pero tampoco queremos volver por donde hemos venido. Según nuestro contrato de alquiler no podemos meternos por las carreteras de montaña, pero tampoco es tan grave meternos por carreteras de gravilla. Así que atajamos para llegar a la 32 y luego a la 26 para llegar a Hella que se encuentra en  la principal.

Tras unos kilómetros de gravilla, enseguida volvemos al asfalto pero...ahí delante hay un coche parada haciendo fotos y...un montón de ovejas????

Amablemente los pastores se acercan a nosotros y nos dicen que tratarán de llevar a las ovejas hacía los lados para que podamos pasar. Al principio se hace gracioso, y las ovejas me encantan...pero después de mas de treinta minutos a 10 km/h...se me empiezan a hacer un poco pesadas jajajaja

Pero por fin podemos llegar a la carretera principal y aprovechamos para tomar algo caliente. Son ya las cinco de la tarde, así que optamos por un bar de carretera.

Volvemos a la carretera después de tomar una sopa de champiñones y una pizza. Comentar que en todos los restaurantes es habitual que os sirvan agua gratis con la comida. El precio medio de la sopa está sobre las 1000 coronas y un segundo (pizza, hamburguesa, sandwich...) está entre las 1400 y las 2000 coronas.

Es un poco caro, teniendo en cuenta que el cambio está sobre 1€= 145 coronas, pero las raciones son  muy abundantes. Las ensaladas son excesivamente caras, pero supongo que porque tienen que importar las materias primas, jejejeje.

Seguimos dirección a Vik, donde se encuentra la primera granjahotel de nuestro viaje. Estamos rodeando al volcán Hekla, que es uno de los mas activos de la isla. La última vez que entró en erupción fue en febrero de 2000. Tiene una altura de 1491 m y forma de bote invertido.

La verdad , es que esa nube redonda justo encima del volcán, resulta mas que sospechosa...

Al sur de la isla existen tres glaciares, y aquí comienza el mas pequeño Eyjafjallajokull. Hace un rato que no llueve y ha salido el sol y combinado con el cambio del paisaje, solo nos apetece disfrutar de esta maravilla.

Estamos ya cerca de nuestro hotel y del siguiente glaciar, el Mýrdalsjökull. En esta época del año, fluyen de él pequeñas cascadas fácilmente visibles desde la carretera. Y al otro lado, inmensas praderas donde pastan tranquilamente las ovejas...

De una de las lenguas del glacial Mýrdalsjökull brota otro de los lugares por excelencia del denominado como Golden Circle de Islandia.

Se trata de la catarata Skógafoss que es la mas grande del país con un ancho de 25 m y una caída de 60. Debido a la fuerza con la que el agua cae, la espuma con el sol crean un arco iris. Se caminar hasta su base y subir hasta su parte mas alta.

Según la leyenda, el primer colono vikingo en la zona, Þrasi Þórólfsson enterró un tesoro en una caverna detrás de la cascada. 

Son las nueve de la noche y necesitamos llegar a nuestro hotel ya. Tenemos reserva en la granja Sólheimahjáleiga en la zona de Mýrdalur, a los pies del glaciar.

La encontramos sin ningún problema gracias a las indicaciones que ellos mismos tienen en internet, y enseguida estamos entrando en nuestra habitación.

Nada mas llamar, sale una señora que nos da la llave de la habitación y las indicaciones para el desayuno del día siguiente. Parece que por esta zona no tienen muchas ganas de hablar, jajajajaja y la verdad, es que nosotras tampoco. Parece que somos las únicas hoy y además nos han dado habitación con baño privado a pesar de que reservamos todos los hoteles con baño compartido. No hay queja...

Estamos muertas después de tantos kilómetros y sobre todo, de tantas impresiones. El día de hoy ha sido alucinante, así que una ducha calentita y antes de darnos cuenta...somos capturadas por Morfeo...

Hasta mañana

Bego