Hoy es el día, por fin ha llegado el viaje que he logrado mantener mas de cuatro meses en silencio. Y lo que me ha costado!!! jejejeje
Ayer terminé de preparar la maleta, pero sigo sin hacerme a la idea de que vayamos a pasar en 4 horas y media de una temperatura de 30º a 9º. Decido no calzarme las botas de trekking hasta no llegar al aeropuerto y la parka en el brazo.
Salimos desde Alicante, por lo que todavía tendremos que conducir hora y media.
De repente me suena un what’s up… Verónica ha trabajado hasta ayer por la tarde y no encuentra sus botas de trekking…y aunque ella no lo sabe, esto es un grave problema. Después de revolver la casa y buscar y buscar, optamos por la opción rápida…comprar unas nuevas.
Tenemos tiempo suficiente, así que nos acercamos al centro comercial mas cercano y oye, tampoco ha estado tan mal, porque aprovechamos para hacer compras de última hora y protegernos un poco mas del posible frío.
Salimos en hora y la carretera está despejada, por lo que a la una estamos ya en Alicante. Como vamos a estar fuera una semana, he decidido dejar como en otras ocasiones el coche en un aparcamiento de larga estancia alrededor del aeropuerto. El del propio aeropuerto cuesta unos 7€/dia, mientras que estos negocios te ofertan precios desde 1,5€/dia a 2€/dia como máximo.
Mi elección es el www.lowcostparking.es. Esta a cinco minutos del aeropuerto y es muy fácil de encontrar. Ya he hablado anteriormente de estos parking, ellos se encargan de llevarte hasta la terminal y de recogerte nuevamente a tu regreso. Son muy rápidos y funciona bastante bien. Eso si, el vehículo se queda a la intemperie, pero también tienen servicio de lavado, para los mas pulcros.
Verónica ya no puede mas con la duda y está deseando saber por fin cual es nuestro destino. A mi también me hace mucha ilusión contarlo por fin, así que una vez en la terminal, nos dirigimos a los paneles de información… Nos vamos 7 días a Islandiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
Hemos llegado con el tiempo suficiente para facturar y comer algo antes de embarcar. Salimos a las tres, por lo que mejor llenar el estómago antes del viaje. El vuelo es súper puntual, viajamos con Icelandair y solo somos unos 20 pasajeros. A pesar de ir en turista, tenemos nuestra propia televisión y un montón de películas para ver o música que escuchar. El viaje se hace muy ameno y llegamos a Keflavik a las 17:30 p.m (hay que tener en cuenta que en Islandia son 2 horas menos que en España). Tenemos contratado el transfer hasta el aeropuerto con la empresa Flybus, que te dejan en la estación principal y luego un minibus te distribuye por los diferentes hoteles de la ciudad.
Salimos de la terminal y nos sorprende un vendaval de lluvia y con 9º. Corremos velozmente hacia el autobús, pero no nos libramos de la mojadura. Por fin!!!!! Se acabó el calor asfixiante que llevamos soportando desde mediados de mayo. Y es que para una asturiana y una gallega, que mejores vacaciones se pueden pedir después de más de 5 meses sin ver lluvia.
Después de hora y media llegamos a nuestro hotel, el Sunna Guest House. Está situado en la zona centro de Reykjavik, al lado de una gran iglesia, la Hallgrímskirkja , en la zona centro de la ciudad.
Está lloviendo y hay un viento bastante frío, así que tras dejar las maletas en nuestra habitación, decidimos abrigarnos mejor e ir a dar un paseo y buscar algún sitio donde cenar.
En el mapa que nos han dado, hemos visto que cerca hay una especie de barco vikingo, por lo que nos acercamos a curiosear.
Hace un aire helado y el choque con esta temperatura es brutal, jejejeje pero estamos súper contentas de estar aquí.
Callejeamos por la zona comercial buscando algún restaurante abierto para cenar algo caliente. Pronto encontramos un pequeño restaurante donde degustar una sopa ( en realidad son cremas ) y unas albóndigas en salsa escandinava… ñam ñam.
Regresamos al hotel, una ducha y a dormir. Mañana nos toca madrugar, así que lo dejamos por hoy.
Hasta mañana.
Bego
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