A
las siete de la mañana nos despierta la claridad del día…bueno, y el calor que
hace nuevamente en la habitación…jajajajaja. Por favor, como calientan los
calefactores islandeses!!! Y eso que son eléctricos…
Es
demasiado temprano y hoy nos espera un día mas tranquilo. No por número de
kilómetros, sino porque visitaremos los fiordos del este, y es un día de
disfrute de la naturaleza.
Después
de perecear un rato mas en la cama, nos vestimos y bajamos a desayunar, puesto
que lo habíamos pedido para las ocho de
la mañana.
Nuevamente
el buffett es muy abundante y me estoy aficionando al pan de molde con
cereales, que bueno!!! Y esa mezcla entre pan negro y dulce…ñam ñam.
Hoy
no tenemos prisa, así que nos distraemos contemplando por la ventana las ovejas
que están pastando en el prado que rodea la casa, aunque una parece que no
tiene ganas de madrugar, lo que nos hace divagar sobre la posibilidad de que
esté enferma. Finalmente, se levanta y también se pone a pastar, jejejejeje
parece que en el mundo animal, también existen perezosos…
Visto
que la oveja no nos necesita, ponemos rumbo nuevamente a Höfn, a ver si
encontramos la sucursal del banco abierta, aunque hoy es sábado y no estamos
muy seguras de que esté abierta.
Efectivamente,
los bancos aquí también cierran los sábados, ah!! y correos también. Es la
primera vez que me cuesta tanto cambiar dinero en un país. Cuando llegamos al
aeropuerto, las oficinas de cambio estaban cerradas y en cada pueblo, el
horario es diferente. Se que me arrepentiré de decirlo…pero ahí va, lo suelto:
“esto es peor que en España!!!” jejejejeje.
Regresamos
a la carretera N1 para continuar con la marcha. Hoy rodearemos la costa,
encontrándonos con ovejas pastando al lado de las olas, patos nadando en frías
aguas y algún pequeño acantilado.
La
arena negra de las playas nos encanta, así que en cuanto podemos nos paramos a
fotografiarla.
Nos
metemos un poco mas al interior y empezamos a rodear montañas y un precioso
lago. De repente, la N1 deja de parecer una carretera principal y se convierte
en un camino de tierra.
La
verdad es que el día de hoy es más de conducir, pero nosotras sabemos como
pasarlo bien. Además estamos entrando en una zona montañosa y no hacemos más
que subir, mientras la temperatura empieza a descender. No es una zona muy
habitada, así que mientras el depósito este por encima de la mitad, no nos
preocupa demasiado.
Es
la una de la tarde y encontramos un pueblecito alrededor de un lago, así que
decidimos parar a tomar algo. Dos cafés y un trozo de tarta de chocolate.
Nuestra
meta del día está muy cerca ya. Esta noche dormimos en el pueblo de Egilsstadir, al lado del lago Lagarflijot. Nuevamente las grandes
letras del mapa vuelven a confundirnos, es un pequeño pueblo, a pesar de que es
el más poblado de esta parte de la isla. Está rodeado de un bosque y parece que
hay un pequeño lugar de ocio y restauración, así que decidimos acercarnos y
comer algo.
Quitando
el restaurante de comida rápida y el supermercado, el resto está cerrado. Vale
que son las cinco de la tarde, pero es sábado…¿Qué hace aquí la gente para
divertirse?
Casualmente,
si que está abierta la oficina de información, bueno, cerrará en media hora,
pero al menos podemos sentarnos allí un rato y curiosear entre guías y planos
de la zona. Además tiene wifi.
También
hemos podido comprar sellos y aprovechamos que hay un buzón de correos para
echar nuestras postales. Seguro que llegan antes que nosotras.
Está
lloviznando, pero no nos apetece ni meternos en el coche, ni irnos al hotel,
así que damos un pequeño paseo curioseando los escaparates. Deberíamos comer
algo, pero la oferta del bar-gasolinera no es en absoluto apetecible. Decidimos
entrar en el súper, que tiene una zona habilitada con mesas para que te puedas
sentar y comer, y picotear algo y probar la cerveza islandesa, que aún no la
hemos catado.
Algo
debe pasar esta noche, porque solo quedan dos cervezas frías!!!! Pues una para
nosotras…
Antes
de retirarnos al hotel, decidimos dar una vuelta con el coche por los
alrededores, a ver que hay. He de decir que el pueblo me está decepcionando un
poco, y es que estoy acostumbrada a vivir en un barrio donde siempre hay gente
en la calle, y esto me está deprimiendo un poco.
Con las indicaciones de la web, llegamos a la granjahotel a la primera. Más bien es una especie de albergue con vistas al lago. Pero no todo iba a ser malo hoy, la recepcionista nos dice, que aunque tenemos reserva de habitación con baño compartido, nos ofrece la posibilidad de baño privado, pero que no podemos utilizar la cocina común…En este viaje no teníamos intención de cocinar ningún día, así que hoy no iba a ser la excepción. Además, en nuestra maleta metimos algo que nunca debe faltar a un auténtico español…embutido!!!!! Jajajajaja
Por
cierto, al igual que en Inglaterra y otros países del norte de Europa, siempre
hay una tekel o jarra eléctrica…bien en la cocina común, bien, como en este
caso, en la habitación, así que también podremos disfrutar de una sopa
calentita, aunque esta noche, de sobre…pero es de estrellitas!!!
En
la tele solo hay dos canales y en el nacional ponen fútbol femenino. Igualito
que en España, oye!!! Jajajaja. Cenamos y comentamos con los amigo el día de
hoy. Hemos visto en el tiempo, que hacia la parte norte, a donde nos dirigimos,
está nevando. Bah!, lo habremos entendido mal…
Ponen
una peli y nuestros ojos ya no aguantan mas, con lo a gusto que se está en
estas camas…
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