Amanece en un nuevo día y esta noche por fin, hemos conseguido poner la calefacción a una temperatura normal y no asfixiarnos debajo de nuestro nórdico. Fuera está nublado, pero no tiene pinta de que vaya a llover.
Acudimos con el estómago vacío a nuestro buffet de desayuno. Hoy, además de las habituales tostadas, hay unos bollitos de canela, que por supuesto tenemos que probar, jejejejeje. No están mal, pero un poco dulces de más para mi gusto. Yo no soy muy cafetera, pero creo que ya me estoy acostumbrado a este café aguachirri, porque esta mañana me sabe a gloria.
Parece que esta época del año no es muy turística, porque en los alojamientos, si no hemos desayunado solas, ha sido con otra pareja a más. A ver, que no me quejo, porque las aglomeraciones en unas vacaciones son lo peor, pero pensaba que en este tipo de alojamientos, podríamos entablar conversación con otros viajeros.
Recogemos nuestras cosas, y las metemos en el coche. El dueño de la granja se dirige a nosotras y nos pregunta a que parte de la isla nos dirigimos. Hoy dormiremos en Myvatn, en la parte interior de Islandia, contestamos. Mira nuestro coche y nos dice que ayer comenzó a nevar en esa zona, y que con estas ruedas no vamos a poder cruzar los puertos de montaña. Nos aconseja acercarnos al Europcar que está a unos metros del hotel y decirles que nos pongan ruedas de invierno, pero que no abren hasta las 10.
La idea de pasar una hora mas en este pueblo, me desconsuela, pero tampoco es nuestra idea jugárnosla en la carretera. Damos un pequeño rodeo al lago para hacer tiempo y nos dirigimos a la sucursal de Europcar. Aparece un señor y nos comenta que no podrá cambiarnos las ruedas…hasta las 11!!!! Ay, que le vamos a hacer….
Al final, el vehículo que estaba esperando para las 10:30 no ha llegado, así que nos cambia las ruedas. Estamos súper contentas de estrenar ruedas con puntas…porque nunca las habíamos utilizado, jejejejeje.
Nuestro Suzuki ya tiene zapatitos nuevos, así que nos ponemos en marcha sin perder tiempo. Por cierto, decir que no nos han puesto ninguna pega, ni nos han hecho firmar o pagar nada por el cambio. Parece que aquí las compañías de alquiler de vehículos funcionan correctamente.
Nos deslizamos por la N1 con la idea de acercarnos a Ásbyrgi e ir bajando por el cañón hasta llegar a la gran cascada Dettifoss. La carretera esta despejada y el día se ve limpio y a ratos, hasta soleado.
Llegamos a pensar que el recepcionista nos había metido miedo sin razón, pero en cuanto entramos en la zona de Möðrudalur empezamos a ver la nieve. A ver, venimos de Valencia, donde la temperatura no ha bajado de los 25 grados desde mediados de mayo, y esto hay que celebrarlo.
A medida que nos acercamos a Grimsstaðir la nieve se hace cada vez mas apreciable y comenzamos a atravesar el llamado “Desierto de los desterrados” denominado así, porque en la época de los primeros pobladores, se castigaba a los ladrones y a los que no cumplían con las leyes, a vagar por este terreno inhóspito y montañoso en busca de su indulto. Este solo se obtenía si conseguías salir de aquí con vida, y viendo lo que nos rodea…supongo que muy pocos lo conseguían.
Nos desviamos por la carretera 864 en dirección a Dettifoss. Esta vía no está asfaltada y ha empezado a nevar. A los pocos metros, vemos que la carretera está cortada y nos prohíben el paso por aquí.
Pero por supuesto, nos queda un segundo intento. Continuamos por la N1 y nos desviamos por la F862 que sigue la misma ruta, pero por el otro margen del río. Está nevando bastante, y el viento hace que parte de la carretera esté bajo ella, pero podemos transitar con precaución, porque está asfaltada. Los vehículos que bajan no nos dan ninguna señal contraria, por lo que interpretamos que podemos llegar hasta la cascada.
Hay que decir que por momentos este trayecto nos parecía una locura, pero hemos conseguido llegar hasta el aparcamiento sin ningún percance a la vista. Además, hay más visitantes, por lo que tampoco estaremos solas. Desde aquí tenemos que caminar un buen trecho sobre la nieve. Menos mal, que hay pisadas de turistas anteriores, así que nos guiamos por ellas.
De repente me suena el teléfono. Anda que hay que ser inoportuno, ¿no?. Me llaman de Húsavik, pueblo costero que pensábamos visitar mañana, y en el cual teníamos reservado billete para pasear en barco la costa en busca de ballenas. Nos dicen que el tiempo ha empeorado mucho y que es un peligro salir al mar. Que han intentado ubicarnos en otro día (como si para nosotras fuese posible), pero que vistas las predicciones metereológicas, habían decidido cerrar la temporada. Vaya, nuevamente se nos frustra nuestra aventura de avistar ballenas. Ya en Samaná, República Dominicana, nos pasó algo similar, aunque por otros motivos, ¿será nuestro sino?
Nos ponemos en marcha sobre la nieve, y la verdad, es que no sabemos cuanto tenemos que caminar. Intentamos ir lo más rápido posible para no perdernos del grupo que va delante, para no quedarnos solas en medio de la nada blanca. Cuando empezamos a impacientarnos, escucho ruido de agua. Guay!!! estamos cerca…
Jo-der!!! Ay perdón, pero es que esto es impresionante…
Dettifoss está situada en el Parque Nacional Jökulsárgljúfur, y es la catarata más poderosa de Europa por su caudal. Sus aguas provienen directamente del glaciar Vatnajökull, que luego de recorrer por el cauce del río Jökulsá á Fjöllumy, se encuentra con un cañón y una caída abrupta de casi 50 metros de altura y 100 metros de ancho.
Después de miles de fotos y de hacer un recadillo que le hemos prometido a un amigo, regresamos detrás del grupo de japoneses al que perseguíamos. En algún momento ya he comentado que los lugares mas turísticos están perfectamente acondicionados, y encontrar en este lugar, un aseo, limpio!!! es lo mejor que te puede pasar…jejejejeje. Sobre todo si has bebido mucho zumo y café en el desayuno.
Regresamos por la misma carretera hasta la principal y vamos directas a Mývatn. En esta zona nos falta por visitar el volcán Krafla, pero las horas que son y con la que está cayendo, preferimos dejarlo para mañana por la mañana que habrá pasado la quitanieves.
Esta zona se denomina así por su enorme lago, llamado Mývatn (mosca enana) y está rodeado por varios pueblos, siendo el principal Reykjahlíð. Esta es una zona con numerosas estructuras volcánicas y está rodeada por pequeños lagos de aguas sulfurosas. Después del Blue Laggon de Reykjavik, el balneario de Jardbadsholar es el más visitado para relajarse en sus aguas termales. Os dejo el link para que le echéis un ojo http://www.jardbodin.is/en/.
Por supuesto, esta visita estaba totalmente planeada ya que no podíamos irnos de Islandia sin darnos un baño en estas aguas de tan peculiar olor, jejejeje.
El precio es de 21€ por persona, incluido el alquiler de la toalla, sin límite de tiempo. Son un poco más baratos que los de Reykjavik, pero también más pequeños. A nosotras nos parecen perfectos.
Fuera hace 0 grados y no se si seremos capaces de salir del vestuario, jejejeje.
Conseguido!!!, una pequeña carrera y dentro del agua, se está de maravilla. Bueno, en realidad el agua está bastante caliente, y cada poco me tengo que levantar y que me de el frío, porque es demasiado el calor que hace. El agua es aceitosa, y el olor bastante desagradable, pero la pituitaria se acostumbra rápido. Es divertido ver como nuestras cabezas se cubren de escarcha, mientras el cuerpo se pone rojo por la temperatura del agua.
Conseguido!!!, una pequeña carrera y dentro del agua, se está de maravilla. Bueno, en realidad el agua está bastante caliente, y cada poco me tengo que levantar y que me de el frío, porque es demasiado el calor que hace. El agua es aceitosa, y el olor bastante desagradable, pero la pituitaria se acostumbra rápido. Es divertido ver como nuestras cabezas se cubren de escarcha, mientras el cuerpo se pone rojo por la temperatura del agua.
Después de mas de una hora, y bastante relajadas, decidimos salir. En realidad, entre la baja tensión y el hambre, empezamos a marearnos, jejejejeje.
Los vestuarios son bastante cómodos y tienen secador de pelo, algo muy útil teniendo en cuenta la que está cayendo ahí fuera. Pensamos en buscar un restaurante en el pueblo para comer-merendar, ya es media tarde, pero mirando los precios del restaurante, la verdad es que son de lo más barato que hemos visto.
Aprovechando que aquí hay wifi, nos quedamos a comer y a descansar un poco del coche. Fuera empieza a nevar de verdad, y es que no apetece andar por ahí a la intemperie.
Decidimos hacer marcha e ir en busca de nuestro alojamiento. A pesar de seguir las indicaciones de la web, no están del todo claras, y casi nos salimos de la zona. Regresamos tras nuestros pasos y con la ayuda del mapa, llegamos sin problema.
Nuestro alojamiento de hoy se trata de una casa de dos plantas con otro edificio de habitaciones enfrente. Es el primer alojamiento en el que la propietaria se nos presenta y nos enseña las zonas comunes además de nuestra habitación. Nosotras dormiremos en la planta superior de la casa principal, en una habitación abuhardillada enorme. Los baños están en la planta baja, y existe una cocina común y una sala de estar con comedor, donde será el desayuno.
Intentamos ver la televisión un rato, pero el cansancio nos puede. Bueno, el zorro polar disecado que preside la sala de estar, me inquieta… Me recuerda a mi perrito Xenxo!!
Nos vamos a
nuestra habitación y no tardamos en caer rendidas. Creo que los baños nos han
relajado demasiado, jejejeje, porque a pesar de ser aún pronto para dormir, no
queremos resistirnos al sueño. Sigue nevando en Myvatn.
Hasta mañana
Bego
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