jueves, 20 de septiembre de 2012

Islandia: Información práctica



Islandia es un país maravilloso y fácil de recorrer.Creo que las recomendaciones por mi parte sobran, puesto que vayas a donde vayas o lo que decidas hacer, va a ser lo correcto.Aún así, os dejaré unas pequeñas anotaciones que debáis tener en cuenta y que me parecen, por mi experiencia, importantes a la hora de organizar el viaje.
Lo primero a tener en cuenta es el tiempo que va a hacer, no solo por la ropa o calzado, sino a la hora de elegir los lugares a visitar y sobre el vehículo a utilizar.
Para hacer una visita alrededor de la isla, no es necesario ningún tipo de guía, y las excursiones las puedes organizar bien previamente, o incluso una vez estés en el sitio en cuestión.
Las rutas de trekking o visitas al centro de la isla, si recomendaría un guía, sobre todo porque las carreteras de montaña pueden estar cortadas o intransitables en un momento determinado.
Nosotras tuvimos problemas con las tarjetas de crédito con chip, que no las aceptaban en todas partes, puesto que la mayoría de los tpv (sobre todo gasolineras) solo funcionan con banda magnética.
Hay que tener en cuenta los horarios laborables. Nosotras al final desistimos de cambiar dinero en un banco y optamos por usar la tarjeta o aceptar el cambio en los comercios de euro por corona islandesa, puesto que en cada ciudad el horario de apertura varía.
Si vais a Akureiry acordaos del horario del parking y poned la hora a la que vais a quitar el vehículo para evitar multas, jejeje.
En la mayoría de los sitios (restaurantes, hostales, oficinas de informacion, etc) tienen wifi, por lo que es fácil estar comunicado con el mundo exterior, si os apetece, claro.
Por lo demás, creo que la mejor opción es desconectar y dejaros llevar por los paisajes. Disfrutad de la gastronomía y de sus baños de aguas termales. De la fauna y la flora y no tengáis miedo a saliros de lo planeado, porque seguro que merece la pena.
Os dejo el link de la Oficina de turismo de Islandia (http://es.visiticeland.com/Topmenu/Catalogo/) desde el cual, os podéis bajar en pdf, una pequeña guía del país en donde aparecen también recomendaciones, horarios comerciales, direcciones, etc. Creo que puede ser bastante útil para organizaros.
Este ha sido nuestro personal recorrido por Islandia, para nosotras inolvidable. Espero que os haya picado el gusanillo y pronto planeéis un viaje por estas tierras y lo disfrutéis como nosotras.
Ya de vuelta al trabajo solo falta contar los días para una próxima aventura. ¿A donde? Nunca se sabe, hay demasiados sitios que visitar...

Hasta pronto.



Bego

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Día 8: Reykjavik - Alicante


Como ya dije ayer, esta mañana tocaba madrugar. Desde Reykjavik al aeropuerto tardamos una hora desde la estación de autobús central, pero tenemos que contar, que el autobús que nos viene a recoger al hotel, tiene que hacer la ruta por los hoteles de la zona para recoger a todos los viajeros y llevarlos a la estación principal.
Nos levantamos a las cinco, y el hotel nos tiene preparado el bufete del desayuno para que no nos marchemos con el estómago vacío. Este será nuestro último atracón matutino, jejejeje. El flybus llega puntual y en 20 minutos estamos tomando el autobús que nos dejará directamente en el aeropuerto.
Cuando llegamos a la terminal, vemos en un cartel informativo, que a los pasajeros de Icelander nos obligan a hacer el checking en las máquinas de la compañía. En realidad, no lo entendemos, porque luego nos obligan a hacer cola para entregar los equipajes donde nos vuelven a comprobar los billetes. Como yo llevo mochila, me obligan a dejarla en la última cinta, puesto que la consideran equipajes mas largos de lo habitual. En fin, algo absurdo que a estas horas no quiero comprender...
El aeropuerto es bastante grande y hay un montón de tiendas para curiosear y restaurantes para tomar algo. Nosotras decidimos curiosear un poco, pero enseguida nos muestran la puerta de embarque. Sentadas un rato, vemos que este vuelo no va a ser como el de ida. Aparece una larga cola de islandeses jubilados que viajan a España, Benidorm seguramente...
A pesar del cansancio por el madrugón, al final termino enganchada a dos películas que me hacen el viaje super ameno. ¿De verdad que ya estamos en Alicante? Es mas, se me ha hecho mas largo esperar el desembarco de nuestro equipaje, que las cuatro horas de vuelo. Y es que Alicante, a pesar de tener nueva terminal, solo tiene dos cintas para los vuelos de fuera de UE. ¿Como? Así que se juntan cinco desembarcos y nuestras maletas no salen por ningún lado. A la media hora, vemos que la gente de nuestro vuelo se dirige a la cinta de al lado, en la que también indican nuestro vuelo, y empiezan a recoger las maletas. No me lo puedo creer, la cinta gira y gira y nuestras maletas no aparecen. Cual es mi sorpresa cuando de repente miro al suelo y veo la maleta de Verónica, y a al lado, mi mochila, tiradas. ¿Pero como puede ser la gente así? Lo siento, pero estas cosas me dan mucha rabia. No aguanto que no se respeten las pertenencias de los demás, así que un punto negativo para los abuelitos islandeses.
Son las cuatro de la tarde y yo no me voy sin antes comer algo. Para no retrasarnos mas en el viaje a Valencia, me compro algo mientras esperamos a que nos recojan los del parking. La verdad es que funcionan muy bien, y en diez minutos ya estamos dentro de la furgoneta.
El Fermi, mi coche, está perfectamente y totalmente a mano para salir dirección Valencia. Como viví dos años y medio en Murcia, y utilizaba el aeropuerto de Alicante para viajar a Santiago de Compostela, esta carretera me la se de memoria, jejejeje. A las cinco y media estamos en Valencia recogiendo a Xenxo, mi perrito y comiéndonos a besos. Lo he echado mucho de menos, pero es difícil viajar con mascota, porque no en muchos sitios las aceptan. Pero el está bien cuidado en mi ausencia, y para el es menos duro el cambio.
Aquí termina mi último viaje. No tengo nada en mente todavía...o bueno, quizás si, jejejjee. Pero eso será otra historia.
Hasta la próxima.


Bego

martes, 18 de septiembre de 2012

Día 7: Steinsstaðir en Skagafjörður - Reykjavik


Hoy es nuestro último día en Islandia y hemos decidido que no queremos marcharnos sin visitar Reykjavik en condiciones, por lo que vamos a hacernos del tirón los kilómetros que nos separan y pasar la tarde en la capital.
Nos levantamos a las 7 a.m para disfrutar del desayuno sin la marabunta de adolescentes que también duermen aquí, pero que va, ellos también están desayunando. Sin duda, no es solo el alojamiento que menos nos ha gustado, sino el buffet de desayuno más básico. Tostadas, cereales, café y embutido.
Aunque nos hemos ido rotando para conducir, hoy también tengo ganas de llevar yo el coche. Solo nos separan 295 km , por lo que llegaremos a media mañana.


Tenemos que devolver el vehículo en el polígono industrial donde lo recogimos y dejarlo con el depósito lleno. Comentaros que las gasolineras en Islandia funcionan solo con tarjeta. Ppero que no cunda el pánico, si quieres pagar en efectivo, ellos te entregan una tarjeta por el importe para que la uses en ese repostaje. Nosotras siempre pagamos con tarjeta (ojo, porque solo funcionan con banda magnética. El chip no ha llegado) y es un poco lío, porque son de prepago. Así que cada vez que tocaba, nos tirábamos unos  10 minutos calculando el precio de la gasolina (varía un poco según la zona), entre los litros que creíamos llevaba el depósito, menos los litros que creíamos quedaban…Es decir, hasta el último día, no conseguimos que la aguja marcase el lleno, jejejejeje. Se que este es un dato muy importante cuando te planteas un viaje con coche de alquiler, así que ahí va. Nos gastamos 27.0000 coronas en gasolina 95 (170€).


Llegamos a Reykjavik y no estamos seguras de si nos hemos pasado un peaje por el morro. Entramos por el norte de la ciudad y a 20 km nos indican que podemos bien rodear (unos 40 km) o atravesar por un túnel. Obviamente decidimos acortar, y de repente vemos un cartel que indica unos precios en función del vehículo usado. A la salida vemos también unas cabinas de peaje, pero están vacías y con la valla levantada. Nadie se para, así que nosotras continuamos. Aún nos sabemos si hemos cometido una imprudencia, pero de momento, no tengo noticias de nada.
Reykjavik es bastante pequeño y nosotras nos dirigimos primero al hotel para dejar las maletas. Existen dos rondas que la atraviesan, y en teoría parece fácil. Bueno, al segundo intento, decidimos guiarnos por el puerto, puesto que sabemos que nuestro hotel estaba cerca del paseo marítimo. Sin duda Vero sabe guiar perfectamente y llegamos a la iglesia Hallgrímskirkja. Esta es una zona de universitarios, por lo que no tardamos nada en encontrar aparcamiento en el parking del campus. Hacemos el cheking para la noche de hoy, confirmamos para que nos recoja el flybus mañana por la mañana y nos ponemos un poco más monas para pasear por la ciudad.


Primera cosa, devolver el coche. Como ya dije antes, hay dos rondas que atraviesan la ciudad hacia las afueras y son muy parecidas. No conseguimos ubicarnos correctamente en el mapa, pero después de preguntar en dos gasolineras, en la última nos indican exactamente lo que tenemos que hacer para llegar al polígono industrial. Perfecto!!! Ahí está Europcar. Una vez pasados los trámites de devolución (el suzuki está impoluto), le pregunto por la famosa multa de Akureyri. Ellos no se van a hacer responsables de pagarla, así que debemos ir al banco, y como todavía estamos a tiempo, nos hacen un descuento del 30%. Un chico nos acerca de nuevo al hotel en coche, y le pedimos que nos deje en la zona comercial del centro, donde encontrar un banco.  
Tras un breve paseo, encontramos uno y nos atienden en seguida. Quiero pagar la multa con tarjeta, puesto que no tenemos efectivo, y aunque le da algunos problemas, este tema queda zanjado.


Pues todo listo, ahora ya solo nos queda disfrutar de la ciudad. Además hoy hace un sol radiante y la temperatura es muy agradable. Lo primero es comer algo. Puesto que estamos en la capital, decidimos probar algún producto propio, pero no parece fácil: kebap, hamburguesas, pizzas, el restaurante del primer día… Al final optamos por una especie de vinoteca con unas fotos de entrecot y bistec que tienen muy buena pinta y no parece muy caro. Yo elijo entrecot al punto y Verónica una hamburguesa, con café incluido, unos 27€. Eso si, como nosotras siempre comemos con agua, pues la consumición no suma, pero una copa de vino, por ejemplo, son unas 600 coronas (4 €) y son casi todos italianos.


Para no adormilarnos, decidimos pasear y curiosear por las tiendas, puesto que todos los comercios están abiertos. No es que vayamos a comprar nada, puesto que lo que nos ofertan no es muy dispar a lo que encontramos en España y aquí está a mayor precio, pero nos gusta ver las tendencias de otros países.


Decidimos bajar de nuevo al paseo o malecón e ir a visitar, con sol y sin viento, el barco vikingo del primer día. Seguimos caminando hacía el edificio Harpa, que ya nos llamo la atención el primer día, y nos quedamos un rato en su interior aprovechando que hay wifi y aseos, jejejeje.



Curioseo en Internet y veo que a unas calles del hotel, se encuentra la zona de marcha universitaria, repleta de bares y restaurantes de comida rápida, entre los cuales se encuentra el Kaffibarinn, que mencionan como el favorito de Björk. Esta es una zona muy bonita, con casitas bajas y de colores, lo que le da mucha alegría a las calles. La verdad es que el bar en cuestión a mi me parece un antro, y leyendo mejor, parece ser que hace muchos años,  era el local de moda entre los artistas islandeses, pero para mi, en estos momentos, no me tiene mucho encanto.



Caminando regresamos lentamente al hotel. Es hora de darse una ducha y relajarse, porque el sol se está poniendo y empieza a hacer frío.


Mañana toca el súper madrugón, nos recogen a las 6 de la mañana, así que mejor será acostarnos un poco temprano hoy.

Hasta mañana




Bego

lunes, 17 de septiembre de 2012

Día 6: Skútustaðir por el lago Myvatn - Steinsstaðir en Skagafjörður



Ayer nos acostamos con ventisca de nieve y hoy nos hemos despertado…con ventisca de nieve!!! Eso si, parece que la máquina quitanieves ha madrugado más que nosotras, porque a pesar de cómo está nevando, la carretera parece completamente limpia.
Oímos ruido de platos  y nuestro estómago reacciona…Desayunoooooooo. Hoy la variedad está en un queso de cabra picante y salmón y bacalao ahumado. Todo casero por supuesto ñam ñam. Hoy disfrutamos también de la charla agradable de una pareja de ingleses.



Como nos han cancelado la visita en barco en Husavik, y nos comentan que el tiempo en la costa es bastante desagradable, tanto que la flota pesquera está amarrada, decidimos no hacer esos kilómetros en vano. Para los avistamientos de ballenas, este es uno de los pueblos principales y la empresa organizadora es Gentle Giants (http://www.gentlegiants.is/home/). La excursión dura unas 3 horas y ya nos habían avisado de que hace mucho, mucho, mucho frío en el mar. Es recomendable llevar varias capas de ropa, y aún así, en el barco también tienen monos por si eres demasiado friolero. Al final del crucero, sirven chocolate caliente con rosquillas típicas islandesas. Hay que reservar plaza, aunque no pagas hasta el día del viaje y el coste es de unos 50€ por persona. Viajeros anteriores me comentaron que era un poco timo, pero aún así, creo que puede ser una experiencia interesante. Aunque solo sea por comprobar que temperaturas puede soportar tu cuerpo, jejejejeje.
Nosotras nos lo apuntamos en nuestra cajita de cosas pendientes de viajes.



Bueno, fuera no para de nevar, pero a pesar de estar haciéndonos las remolonas, no queda otra, toca continuar con la ruta. La verdad, es que no hace tanto frío como parece, y unos copos de nieve no van a detenernos.



Habíamos dejado para hoy la visita a  Krafla. Esta zona es una cadera volcánica de 10 km de diámetro. Incluye uno de los dos cráteres volcánicos más conocidos de Islandia junto con Askja, el Stóra-Viti, que tiene un lago interior de color turquesa. Aquí también se encuentra Námafjall, un área geotermal plagada de volcanes de lodo hirviendo, solfataras y fumarolas humeantes.
El volcán Krafla siempre ha sido muy activo. Tiene 2 km de profundidad y ha entrado 29 veces en erupción, la última en 1984. Pero la mas importante fue en  1724, cuando se creó una fisura de 11 km y la lava fluyó por su base hasta unos 20 km. Las fuentes de lava se podían divisar desde el sur de la isla, y a este suceso lo bautizaron coloquialmente como “los fuegos de Myvatn”.




Rodeamos el lago Myvatn y regresamos a las montañas. A pesar de que la quitanieves ha hecho su trabajo, en bastantes zonas el viento ha vuelto a depositar la nieve en la carretera. Tomamos la carretera 863 a nuestra izquierda. Esta completamente nevado a nuestro alrededor, pero queremos intentarlo. Y lo intentamos, hasta la central geotérmica, porque a partir de ahí, imposible pasar. En realidad, es una locura de viajero, porque bajo este manto blanco, poco podemos ver.
Aún así, he bajado alguna foto de Internet para mostrar la zona.




Bueno, no pasa nada, así que continuamos el viaje rodeando la costa hasta llegar al hotel de esta noche. A escasos 20 km de Myvatn, deja de nevar completamente. Es lo que mas me alucina de esta isla, el clima tan diferente en función de si estás en una zona montañosa o llana.
Volvemos a una zona de llanura, con maravillosas montañas que parece que nunca terminas de rodear y de repente, el paisaje nos sorprende con otra maravilla de la naturaleza. 



Estamos en la emblemática cascada de Góðafoss o “cascada de los Dioses”, bautizada en memoria a la aceptación del Cristianismo en Islandia, alrededor del año 1000. Sin duda no es la mas grande, pero si una de las mas bellas. Apenas tiene 12 m de altura, pero el marco que la rodea, la convierte en una preciosa estampa y seguro que a media noche, es hasta romántica, jejejejje.


La carretera N1 se vuelve serpenteante pegada a la costa. Son las doce del medio día y hemos llegado a Akureyri. Después de Reyjkavik, y salvando las distancias, se puede decir, que este pueblo si se merece esas grandes letras en el mapa, jajajaja.


Estamos un poco cansadas de coche y de granjas, así que decidimos pasar unas horas en el pueblo. Hay una zona comercial, y por supuesto, tenemos que curiosearla, jejeje. También aprovechamos para tomar un café, comer algo y actualizarnos socialmente con la wifi y el móvil. Me estoy aficionando a las cremas de verduras y sobre todo, al pan con mantequilla que las acompaña…que bueno!


En todo viaje, suceden un montón de anécdotas, y hoy era el día de la “guirilada”. Cuando nos entregaron el vehículo de alquiler, en el parabrisas delantero había una pegatina con una especie de reloj y una flecha que se movía. Obviamente intuimos, que eso tenía algo que ver con el aparcamiento. Hasta el día de hoy, el dejar el coche no tenía ninguna complicación, pero en Akureyri nos topamos con la conocida línea azul, y su señal de la que solo conseguimos descifrar 10-16, y porque son números...Hacemos nuestras cábalas: ¿Qué solo se puede aparcar de 10 a 16 minutos? ¿Qué solo se puede aparcar de 10:00 a.m a 16:00 p.m?
Nosotras, que somos más listas que las ardillas, decidimos observar los vehículos que nos rodean y Vero dice que casi todos marcan un 12. Pues nosotras ponemos el 12!!!
Decidimos comer en un restaurante desde donde podemos ver el coche y aparentemente, no pasa nada. A las 3 p.m decidimos que ya es hora de continuar con la ruta, y al acercarnos al vehículo…. Multaka!!!!! ¿Cómo? ¿Por qué? ¿12€? ¿Pero estamos locos?!!!

Nosotras intuíamos el por que, pero nos parecía tan absurdo, que pensábamos que no podía ser. Pero si amigos, el reloj únicamente sirve para que indiques a la hora que vas a dejar el sitio libre. No te obligan a dejarlo entre unas horas, no hay límite de tiempo, tan solo tienes que irte a la hora que has indicado. Y yo pienso, vale que Islandia tiene una sociedad envidiable, que la economía llegó a ser la mejor de Europa…pero coño!!! Si puedo estar aparcado ahí el tiempo que me da la gana, ¿Por qué me multas? ¿Por ser desconsiderada con los que buscan aparcamiento? Pero tranquilos, aunque me parezco ilógico, la pagaré…De verdad… que si, que si.



La última granja-hotel del viaje me tenía un poco descolocada, porque había que seguir una serie de carreteras terciarias de secundarias, que no conseguía encontrar en ningún mapa. Ayer, mientras curioseaba en los trípticos y guías informativas del Europcar de Egilsstadir, encontré un mapa donde aparecía la inquietante carretera 754 que nos conduciría hasta Steinsstaðir. Al final resultó mucho más fácil de lo que pensaba dar con el hotel, y es que a estas alturas del viaje, parecemos islandesas de toda la vida. Bueno, la Vero mucho mas, que es rubia.
Más que una granja-hotel, parece un colegio mayor. Está ubicada en una explanada con otros albergues, al lado de un pequeño río. Está lloviendo, así que sacamos las cosas del coche y llamamos a la campanilla.
Sin duda, es la menos acogedora del viaje. Por fuera parece un edificio reciente, pero por dentro, la distribución y la decoración, parece de caserón antiguo. Las habitaciones son enormes, y están distribuidas como en un colegio mayor. En principio parece que solo estamos nosotras y alguien que ronca, y eso que  son las seis de la tarde, a un par de habitaciones de la nuestra.
El lugar esta un poco deshabitado, así que decidimos aprovechar la cocina, y preparar algo de cena con la comida que llevamos en la maleta. El agua del grifo está buenísima, por lo que es absurdo gastar dinero en la embotellada. Nos instalamos con nuestros platos en la sala de estar común, que es el único sitio donde se coge la wifi y cotilleamos sobre los últimos sucesos en España.
Pero la tranquilidad se nos termina pronto, porque acaba de llegar un minibus lleno de adolescentes que se hacen dueños de la sala.



En fin, creo que lo mejor será irnos a dormir. Mañana nos espera un día duro, porque queremos llegar a Reykjavik antes de comer, para no irnos sin ver la capital.
Hasta mañana


Bego