Amanece en la Península de Samaná y hoy comienzan por fin nuestras vacaciones. Tengo que decir que este año las necesito mas que nunca, pues en mi vida ha habido un montón de cambios que la verdad me han dejado agotada, pero tengo la gran suerte de contar con una gran amiga que me ha ayudado ha poder sobrellevarlo con tranquilidad.
El sol ya está en lo alto y luce esplendoroso, por lo que tras un buen desayuno nos lanzamos cuesta abajo hasta nuestra calita para darnos el primer baño del día y tostarnos un rato al sol. Eso si, con crema pantalla total porque aquí el sol es demasiado fuerte.
El sol ya está en lo alto y luce esplendoroso, por lo que tras un buen desayuno nos lanzamos cuesta abajo hasta nuestra calita para darnos el primer baño del día y tostarnos un rato al sol. Eso si, con crema pantalla total porque aquí el sol es demasiado fuerte.
Parece que el baño ha sido demasiado relajado...porque Gabi no puede soportar tanta tranquilidad...jajajaja
Tras una intensa mañana de playa y de disfrutar de las impolutas aguas del Oceáno Atlántico, que aqui tienen una temperatura muy agradable, jejejejeje, nada que ver con las temperaturas de las playas que baña en las costas gallegas, pero he de decir, que las nuestras no tienen nada que envidiar a las de aquí, decidimos pasar la tarde en la piscina, con unos aperitivos y unas cervecitas refrescantes, porque el calor es abrasador.
A última hora de la tarde, ya saturadas de tanto reláx decidimos visitar otra zona de la península, llamada Las Terrenas. Esta zona situada al nordeste de Samaná, era un antiguo pueblo de pescadores, cuyas playas virgenes han atraído a un floreciente turismo, y en la actualidad se ha ubicado en ella una colonia de franceses e italianos. Existen multitud de restaurantes y discotecas para un turismo que busque diversión ademas de relax. En nuestra opinión, está demasiado saturado y no encontramos las playas vírgenes de las que tanto hemos leído.
Aunque parece que Gabi ha encontrado el lugar perfecto para corretear y divertirse...jajajaja. Tras tomarnos una pizza... y viendo que el ambiente hoy está bastante apagado, decidimos volver a nuestro hotel, teniendo en cuenta que ya es de noche y la carretera esta llena de baches y sin iluminación...
La jornada termina de nuevo con unas copas relajadas en nuestra terracita...esto si que no tiene precio...
La jornada termina de nuevo con unas copas relajadas en nuestra terracita...esto si que no tiene precio...
Bego y Vero
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