Dia 4: Merzouga

Después de la caminata de ayer y la caída fulminante en cama después de cenar, hoy vamos a enseñaros el Riad...jejeje. Ayer contamos tantas cosas, que mejor dejarlo para hoy.La verdad es que en este viaje apenas nos hemos cruzado con turistas, no sé si por el tema de la crisis, si porque en esta época no suele visitarse el país, pero en este hotel somos las únicas alojadas hoy.

En nuestra visita de ayer, el guía nos dijo que Riad es una casa señorial con jardín, y que todos los hoteles que se venden en la medina como tales, en realidad no lo son.Independientemente del jardín, a mi estas casas con patio interior me parecen una auténtica pasada, y la habitación impresionante...

Hoy nos ha tocado madrugar un poco mas de lo normal, ya que tenemos el traslado al desierto organizado con Ali el Cojo, y nuestro chofer-guía vendrá a buscarnos a las 07:30 a.m. En el Riad nos han dicho que el desayuno lo sirven a partir de las 08:00 a.m. pero que nos dejarán algo preparado para que podamos tomarlo de camino.
Ya son las 08:00 a.m. y nuestro guía todavía no ha aparecido por lo que el vigilante del hotel, nos hace el favor de llamar para preguntar que ha pasado. Al parecer hubo un error de fechas y pensaban que tenían que recogernos mañana, pero que no nos preocupemos que en veinte minutos vendrán a por nosotras.
Del hotel nos acompañan hasta la salida de la medina para que no nos perdamos y cerciorarse de que nos vayamos con quien corresponde.
Parece que de la agencia han contratado un vehículo con conductor que nos llevará a Merzouga. Por el camino, Youseff, que era quien vendría a recogernos, nos llama para disculparse por la equivocación de fecha y nos dice que el conductor nos dejará en Erfoud y él nos recogerá para llevarnos al albergue de Ali el Cojo.

Nos esperan 6 horas de viaje y nuestro conductor solo sabe hablar francés y árabe, asi que nos acomodamos en el coche y cámara de fotos en mano, nos disponemos a disfrutar lo máximo posible del paisaje que nos acompañará hasta el desierto en Merzuoga.
Se nos ha hecho un poco tarde y creo que al conductor lo han pillado un poco desprevenido con este viaje, jejeje.
Al poco de salir de Fez, hacemos una parada en Ifrán, la llamada Suiza marroquí.Esta ciudad se levanta sobre las montañas del medio Atlas marroquí y en ella se encuentra la Universidad Privada Francesa donde estudió el Rey de Marruecos y numerosos estudiantes de clase alta. La orografía le permite contar con una estación invernal en la que practica esquí el rey Hassan II.
Aprovechamos para tomar un café en una cafetería de una especie de campus universitario y también para comprar una pomada para picaduras de insectos. Creo que en la Necrópolis de Rabat había pulgas, porque desde Fez tengo unas picaduras en brazos y piernas, que hoy se han hinchado considerablemente...Madre mia...nunca me había dado tanta reacción una picadura de insecto...jajajaja, parece que tenían hambre...

Continuamos nuestro viaje hacia el sur de Marruecos y nuestra atención se centra en la cordillera del Atlas que se presenta majestuosa ante nosotros. He sacado un montón de fotos y aún así no he conseguido reflejar lo impresionante que se muestra.

A medida que pasan los kilómetros, el paisaje también va cambiando y de repente...un impresionante lago. A nuestra izquierda surge de tierras áridas el Lago Tislit, estamos cruzando la región del Alto Atlas central, en el valle Asif Melloul.

Los kilómetros pasan y poco a poco nos acercamos a nuestro destino. Ya son casi las 04:00 p.m y estamos atravesando el Oasis de Nkob, pequeño pueblo bereber rodeado de palmerales en la región de Agadir.

Pasadas las 05:00 p.m. comienza a atardecer y hemos llegado a Erofud. En un hotel de la ciudad hacemos el cambio de vehículo y ya con nuestro guía Youseff, emprendemos camino hacia el desierto en Merzouga.
Atravesamos en el 4x4 a toda velocidad un tramo del antiguo recorrido del Paris-Dakar mientras contemplamos como anochece...
En la conversación nuestro guía nos pregunta que tal lo hemos pasado en Fez, y es ahí donde nos enteramos de que es la ciudad mas peligrosa de Marruecos, no solo por asaltos a turistas, sino también a los propios marroquís. Recomienda visitarla siempre con un guía y nos comenta también, que a veces los comerciantes para vender mas, introducen drogas en las bebidas que ofrecen a los turistas...
Sinceramente, nosotras no hemos visto nada raro en ningún momento, quitando que como pueblo turista, algunos niños aprovechan para mendigar, pero muy lejos de lo que nos explica Youseff. Solo podemos decir que nuestras compras las hicimos totalmente conscientes...jejejeje, no tenemos excusas...

A la media hora y a la velocidad de la luz...jajajaja llegamos al albergue de Ali el Cojo en Merzouga. Alli nos esperan para atravesar el desierto y llegar al campamento que está a hora y cuarto caminando. Dejamos nuestras mochilas en una habitación del albergue en donde nos ducharemos al día siguiente y cogemos lo necesario para dormir en haima. En el albergue hay un grupo de españoles que nos saludan efusivamente a nuestra llegada...¿Un hotel lleno de hombres?...¿que es esto?...¿el paraiso?...jajajaja.
Pero espera, espera, espera...yo sabía que Ali en nuestros mail hablaba de los camellos...pero pensaba que ellos transportarían nuestro equipaje...no a nosotras...jajajjaa. Una vez acomodadas a lomos de nuestros corceles africanos nos adentramos en la oscuridad del desierto iluminadas únicamente por millones de estrellas.
Hay sensaciones y vivencias que no pueden captarse con una cámara de fotos, así que hipnotizadas por el cielo estrellado, disfrutamos nuestro paseo entre risas y silencios. Con el vaiven del paso de los dromedarios empiezo a comprender a que se refería nuestro anfitrión al jurarnos que ibamos a disfrutar mucho en el desierto...jajajaa

Una hora y cuarto después y un notable adormilamiento del coxis o "hueso palomo" bajamos de los dromedarios siempre con la ayuda de nuestro camellero para que no suframos ningún percance en el desembarco...jejejeje.
Esta noche estamos solas en el albergue con cuatro chicos cuya misión es atendernos y que estemos cómodas...Madre miaaaa...hemos muerto y estamos en el cielo!!!! jajajaja.
Aunque es temprano, como no, nosotras estamos hambrientas, puesto que tampoco hemos comido demasiado. La cena consiste en cous-cous de verduras y tallin de pollo...creo que tengo un dèja vú...jejejeje...pero está todo tan bueno...
Bueno, he mentido al decir que eramos las únicas en el campamento, puesto que hay unos inquilinos permanentes que no solo viven allí, sino que lo limpian de bichos indeseables. Y es que estamos rodeadas de unos preciosos gatitos que nos miran con cara de hambre para que compartamos con ellos nuestra cena...Pero si se os ve super bien alimentados!!! jajajaja
Terminada la cena, y puesto que en el desierto no hay mucho que hacer, nos decidimos a acompañar a los cuatro berebers que nos cuidan esta noche y charlar un rato alrededor del fuego.
Pasamos un rato de anécdotas y acertijos muy divertido y la noche avanza amenizada por historias sobre España y Marruecos.

Son las 10:00 p.m. y ha salido la luna. Nuestros cuidadores apagan las luces del campamento y nos vamos a un par de dunas a contemplar el cielo lleno de estrellas. Hace una noche fantástica, aunque se ha levantado un poco de viento que combatimos con unas mantas de lana...
Tras un rato de charla y visto que el frío empieza a calarnos, regresamos a calentarnos alrededor de la hoguera. La verdad es que estamos muy a gusto y no nos apetece acostarnos aunque estamos bastante cansadas del viaje.
Cuando les contamos que venimos de Fez y que mañana después de desayunar, iniciaremos ruta hasta Marrakech nos dicen que es imposible...jajajaja. Que hasta el momento ningún turista había hecho esa ruta en tan solo dos dias...pero que debemos ser unas chicas muy fuertes jajajaja.
El tiempo pasa y ya se ha hecho de madrugada. En dos horas comenzará el amanecer y nosotras no queremos perdernoslo, ni tampoco queremos hacerles trasnochar mas tiempo...jejejeje. Asi que vamos a poner el despertador y descansar un poco los ojos.
Hasta mañana...

Sil y Bego