sábado, 12 de noviembre de 2011

Dia 1: Casablanca

Por fin ha llegado el día!!! Después de varios meses de preparativos...empieza nuestra aventura!!! Pero espera un momento...recapitulemos...Lo tenemos todo??? Pasaporte, billetes, medicinas, mochilas...y espera, espera...no hemos contratado el seguro de viaje??? Vaya fallo!! Uff menos mal que nos hemos dado cuenta y que con internet todo lo tenemos al momento....jajajajjaja. Ahora si!!!! Nos vamos a Marruecos!!!!!!!
Toca pegarse el madrugón porque el vuelo sale a las 07:00 a.m. El vuelo dura unas 2 horas, por lo que llegaremos a Marrakech a las 08:00 a.m, recordad, que allí es una hora menos que en la Península.
El vuelo muy bien, a mencionar el lío que se ha montado a la hora del embarque, puesto que todo el mundo quiere llevar maletas y todos los que hemos viajado con Ryanair sabemos de sus restricciones. La tensión entre los viajeros y las azafatas de tierra es tal, que por momentos se llega hasta a los insultos. A nosotras ni nos han medido ni pesado la mochila...de todos modos, tenemos la lección muy aprendida y cumplimos perfectamente con los límites impuestos por la compañía.
Una vez en Marrakech y cumplimentados los papeleos para entrar en el país, aprovechamos para cambiar parte del dinero en el aeropuerto.
Comentaros que para coger un taxi, hay una persona encargada de organizar los viajes a la ciudad. La tarifa es única, 10€ (no dirhams) por persona y no se regatea. Nosotras vamos directamente a la estación de tren para llegar a Casablanca a la hora de comer.
Los taxistas aqui están mas concentrados en sacarte dinero que en conducir...jajjaja. Es muy habitual verlos dar volantazos y el tráfico es bastante caótico. Nuestro taxista nos pide 2€ a mas a modo de canón...en fin...se los damos.



Llegamos a la estación de tren de Marrakech y sacamos billetes para el próximo tren a Casablanca. Este será el trayecto mas largo que hagamos en tren, 2 horas y media que nos permitirán dormir un rato. Sale a las 09:00 a.m. por lo que tenemos que esperar una hora. Hemos decidido probar la clase turista y mezclarnos con la población. Los billetes son 180 dirhams (unos 18€). Aprovechamos para comprar comida y bebida y nos relajamos mientras esperamos que llegue nuestro tren.


El tren ya que hasta y como dice el refrán: "donde fueres...haz lo que vieres", asi que seguimos a la gente nos subimos al vagón. Está dividido en compartimentos con asientos para 6 personas, así que pacientemente vamos mirando compartimento por compartimento hasta que encontramos uno en el que acomodarnos. Una vez sentadas, nos surge la pregunta de que cuando sabremos donde bajarnos...jeejeje, si es que a veces parecemos un poco Paco Martinez Soria...jajajaja y es que Casablanca tiene dos paradas. En nuestro compartimento viaja una chica con un bebé que vive en Valencia y nos dice que ella también se bajará en nuestra misma parada, asi que nos relajamos y a disfrutar del paisaje.


 Después de las dos horas de avión reconozco que el viaje en tren se está haciendo un poco pesado. Además de que a pesar de que estamos a mediados de noviembre, la temperatura es de unos 22 grados y no entendemos como la gente aquí va tan abrigada. El calor en el compartimento se está haciendo un poco insoportable por lo que decimos levantarnos y respirar en el pasillo.
Ya estamos en Casablanca y el trajin de gente es bastante grande. Como no sabemos exactamente donde está el hotel, optamos por lo mas rápido y cogemos un taxi. 50 dirhams por 10 min de trayecto...pá mi que nos han timao...jajajajaja
Nos situamos en la zona noreste de la ciudad en un hotel nuevo de estilo europeo. Dejamos la mochila, nos cambiamos los zapatos y a investigar!!!. Importante, en los hoteles no suelen tener mapas de la ciudad, por lo que es muy útil llevarlos ya desde España.
Todas las guías dicen que Casablanca es una ciudad moderna y cosmopolita. Puede ser causa del cansancio del primer día, puede ser causa del choque inicial de culturas...pero difiero totalmente de esta definición. Me parece una ciudad bastante caótica, con las calles intransitables peatonalmente, y quitando una avenida de nueva construcción con edificios altos y hoteles nuevos y modernos, el resto de la ciudad me recuerda a los poligonos industriales.



Decidimos guiarnos por la costa para visitar uno de los monumentos mas bonitos que he visto, la Mezquita de Hassan II.
Casablanca es una ciudad dedicada mayormente al tráfico de mercancias marítimas y su puerto comercial es impresionante. Como he dicho antes, caminar por sus calles es un poco difícil, porque las aceras no están hechas y a veces es preferible circular por la calzada que por el barro. Las calles que rodean este monumento no están demasiado bien cuidadas, lo que hace que el encuentro con su mirabete sea improsionante.


La Gran Mezquita de Hassan II es el templo mas alto del mundo y el segundo edificio mas grande después de la Meca. Se encuentra en el Boulevard Sidi y el emplazamiento es inmejorable. Puedes llegar a él a través del paseo de la Corniche, muy cuidado, que termina en el faro El Hank. Es de las pocas mezquitas que se pueden visitar por turistas no musulmanes y la entrada cuesta 10€. Nosotras no pudimos visitarla porque estaba cerrada, pero disfrutar de sus patios exteriores fue impresionante.





Terminada nuestra visita exterior a la mezquita, nos disponemos a seguir visitando la ciudad. Atravesamos la plaza que está enfrente enmarcada por unos grandes edificios con balcones de estilo rococó y continuamos hacia la antigua medina.
Nada mas cruzar el Boulevard de Tizni la edificación cambia por completo. Calles mas estrechas y mal cuidadas y sin darnos cuenta ya estamos en la antigua medina. El shock es considerable, calles completamente levantadas, sin aceras y con agua estancada entre las que se mueve una marabunta de gente.
Está anocheciendo y decidimos atravesar el mercado hacía alguna avenida que nos lleve hacia el barrio de los Habbous. A pesar de que no es muy apetecible caminar por estas calles, al final del mercado encontramos un montón de puestos de fruta de temporada y no podemos evitar comprar unas mandarinas que huelen a tres metros...jajajajaja. Que buenas!!! Obviamente los mercaderes no saben hablar ingles ni castellanos y nosotras francés y árabe tampoco...jejejeje, pero cuando el hambre aprieta, el ingenio sale a la luz...que dicen...
Todavía quedan cosas por ver en la ciudad, pero nosotras estamos cansadas de tanto viaje, no hemos comido mas que unas patatas fritas en el tren y pensamos que lo mejor es cenar e irnos a dormir para mañana temprano coger el tren hacia Rabat.
Nos dirigimos a una zona comercial próxima al parque de la Liga Árabe. Todavía es un poco pronto para cenar, pero nosotras tenemos hambre. Buscamos algo de comida típica pero existe un problema, juega la selección española de futbol y los locales están llenos de hombres...jajajaja. ¿Y las mujeres???
Después de varias vueltas, el único local disponible es una pizzería, asi que sin ningún problema, vamos a probar la auténtica pizza italiana al estilo marroquí...jejejeje


Con el estómago lleno y el sueño pegado a las pestañas, creemos buena idea coger un taxi e irnos a dormir al hotel. La verdad es que estamos bastante lejos y no nos parece buena idea caminar de noche por la ciudad. Paramos a un taxi, aunque no tenemos muy claro la dirección que vamos a coger jajajaja y preguntamos precio...Solo 30 dirhams!!! A ver si espabilamos porque menudo timazo en la estación de tren de esta mañana...jajajajjaa.
Nuestro taxista no tiene muy claro donde está ubicado exactamente el hotel, pero nos dice que sin problema lo encontrará...jajajajaa. Cruzar Casablanca a toda leche en un taxi destartalado hacia un destino no del todo claro...no se si ha sido tan buena idea...jajajajjaa



Hemos llegado sin problemas al hotel, eso si, preguntando y gracias a que tenemos memoria fotográfica...jajajaja.
Una buena ducha para relajarnos y después de hablar con nuestros amigos por interntet, a dormir!!! Mañana nos espera Rabat...será igual de emocionante???

Hasta mañana


Bego y Sil

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