Amanece en Valencia, bueno, más bien todavía no ha amanecido, y es que nuestro vuelo sale de Alicante a las 07:00am y el lunes hemos tenido que trabajar. Son las 03:30am y ponemos rumbo a nuestro destino inicial, el aeropuerto de Alicante.
Como ya hemos dicho en los preparativos, volamos con Ryanair, que a pesar de tener base en Valencia, no tiene los mismos destinos en ambas ciudades. El aeropuerto de Alicante es mucho mas grande que el de la capital de la Comunidad Valenciana, pero no dispone de aparcamiento de larga estancia, por lo que dejar el coche en su parking supone unos 20€ al día…totalmente inviable. Pero en cambio, han surgido alrededor del mismo, infinidad de servicios de “parking privado” que por una media de 8€ al día puedes dejar el coche, eso si, al raso y ellos se encargan de llevarte y recogerte en la Terminal. Con la nueva limitación de velocidad en autovía y que el tiempo tampoco ha ayudado demasiado, estamos con las primeras tormentas primaverales, hemos llegado un poco apuradas de tiempo, así que dejamos el coche, nos acercan a la Terminal, pasamos el control y ¿ya?...es lo bueno de las low cost, que en un 90% de los vuelos son exageradamente puntuales jejejjee.
Después de no haber dormido y el viaje en coche, Vero y yo caemos rendidas en ese duro sillón que caracteriza a esta compañía. El vuelo dura apenas 2 horas y media, pero a nosotras se nos hace demasiado corto….buahhhhh yo quiero seguir durmiendo….
Ya estamos en Treviso, a 40km de Venecia. Este aeropuerto, al igual que el Marco Polo, está muy bien comunicado con la ciudad, así que solo tenemos que coger un autobús que nos dejará en 40 min en la Plaza de Roma. Nosotras hemos optado por la compañía ATVO y hemos comprado el billete ida/vuelta por Internet (17€ los dos billetes), así, una cosa menos que pagar allí, y ¡oye!, te ahorrabas 50 céntimos por billete, jejejje. http://www.atvo.it/index.php?lang=en&area=23&menuid=36#. Este es el link de su página web, donde aparecen los horarios en función de la hora del vuelo y la compañía aérea, y es que lo tienen totalmente organizado…Existen mas autobuses con los que ir hasta la ciudad, pero los precios son los mismos. Para volver a Treviso, el autobús se coge nuevamente en la Plaza de Roma.
Ya estamos aquí!!! Hemos llegado y la gente se apresura en la búsqueda de un vaporetto. Nuestro hotel está situado en la Calle larga 21 de marzo, a 1 min de la Plaza de San Marco, y nosotras, que a chulas no nos gana nadie, decidimos coger nuestras mini maletas e ir paseando por las estrechas calles de la ciudad…jajajajja nunca pensé que hubiese tantos puentes ni que dos camisetas y un pantalón pesaran tanto…jajajajjaa. La caminata se hace un poco mas larga de lo esperado y eso que la orientación es bastante fácil, no solo porque nos indican casi en cada esquina como ir primero hacia el puente de la Academia y una vez lo cruzamos, a la Plaza S.Marco, sino porque junto con los billetes de autobús, nos han dado un práctico plano de la ciudad.
Por fin llegamos a nuestro hotel y estamos deseosas de que nos dejen hacer el checking (son las 11:00am y se supone que aquí la entrada está marcada para las 13:00pm) porque estamos rendidas sin dormir y con 4 horas y media de viaje. Nos hospedamos en la Residenza Favaro, en un callejón perpendicular a la calle larga 21 de marzo. Llamamos al “campanelo” y….¡¡¡¡¡siiiiiiiiii!!!! podemos entrar en nuestra habitación. Es un edificio reconvertido en hotel, muy parecido a los alojamientos británicos, y parece muy acogedor. Para este primer día, y visto lo excesivamente caro que resulta pasear en góndola, encontramos buscando por Internet, una oferta de la agencia Viator Support . El paseo se nos hacía demasiado goloso, y no queríamos renunciar a unas buenas fotos navegando por los canales de Venecia, así que cogimos este bono que nos parecía bastante asequible. Consiste en un paseo a pie de hora y media por la ciudad con paseo en góndola de 35 min por…. 40€ por persona…¡¡¡¡¡Guay!!!!!
Aquí os dejo el link, pero tienen multitud de ofertas muy interesantes. Como la visita está programada para las 15:00pm y nosotras ahora mismo estamos agotadas, decidimos pegarnos una siesta de un par de horas…vamos, de las de pijama y orinal que dirían…jajajaja.
Son las 13:30pm y este sueño reparador nos ha dejado como nuevas. Es hora de comer y no podemos presentarnos a la próxima visita con el estómago vacío. Como tampoco tenemos mucho tiempo, decidimos comer algo rápido y tomárnoslo con mas calma en la cena. Preguntamos a un chico de un quiosco cercano al hotel y nos indica que cerca de la plaza hay varios sitios para comer pizza para llevar y bocadillos. Nos adentramos a la calle Frezzeria y nos decidimos por unos bocadillos y unas birras (14€) para rematarlo con dos expresos (2€) y terminar de activarnos.
Al igual que en España, el tiempo aquí es bastante inestable. Ha llovido, y aunque ahora mismo ha parado, a estas horas de la tarde una espesa niebla cubre la ciudad dándole un aspecto melancólico. He de decir, que acostumbrada a la lluvia en Santiago de Compostela, este clima me hace sentirme como en casa… Aprovechamos para curiosear entre los souvenirs de los quioscos de la zona, comprar nuestras postales, puesto que solo estaremos un día más, y hacer algunas fotografías de la Basílica de San Marco y del Campanile.
A las 15:00pm llega nuestro guía y nos informa de que mañana la excursión será en castellano, ya sabíamos que la de hoy era en inglés, pero preferimos hacerla hoy y mañana visitar lo que hoy no hayamos visto. También he de decir que mi inglés no es excesivamente bueno, asi que Vero aprovechará bastante mejor esta visita jejejjeje. Comenzamos por el paseo en góndola, así que nos trasladamos al embarcadero situado a la izquierda de la Plaza S. Marco y de seis en seis nos van situando en la embarcación. Vaya, por ser la última en subir, me toca ir de timonel…jajajjaja pero tengo el mejor lugar para hacer fotos a diestro y siniestro. El agua del canal es de un color verde oscuro que no permite ver el fondo ni la profundidad de los canales... aunque verdaderamente…, creo que tampoco quiero saberlo…
El paseo es mas corto de lo indicado, no llega a 25 min y el gondolero no ha soltado ni un solo gorgorito del famoso “ O sole mio…” pero es que el clima tampoco acompaña. Aún así hemos quedado muy contentas con la experiencia y os la recomendamos como anécdota del viaje. Volvemos al mismo embarcadero del que partimos y aparece otra guia, que es la que nos contará la historia de la ciudad y del famoso Casanova...
(Continúa)
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