Esta tarde sale el vuelo hacia
Nueva Delhi y tengo el día completo preparando los últimos detalles. Importante
no olvidarme del pasaporte ni del visado que hemos solicitado por internet
previo al viaje y que es válido por un año por el módico precio de 73€ tras
contestar a un cuestionario de 4 páginas y subir una foto y la copia del pasaporte.
(https://indianvisaonline.gov.in/evisa). Lo más rápido y barato es solicitarlo
directamente en la web del gobierno indio y escoger la opción de e-visa
(e-tourist visa). Una vez cubiertos todos los datos (además de los del
pasaporte os pedirán itinerario, contacto en la India y dirección para
localizaros en el país), os conecta con el banco donde hacéis el pago y en unos
dos días, si no ha habido problemas, ya lo podéis descargar. Os dirá que una
vez aprobado os enviaran un mail, no es cierto, tendréis que estar un poco
pendientes de entrar con el código de solicitud para descargároslo. El
cuestionario y la web son un poco
liosas, pero en internet podéis encontrar tutoriales para cubrir los datos y
solicitarlo paso a paso.
A la hora indicada sale nuestro
vuelo de Indian Air cargado de españoles que pensamos encontraremos a lo largo
del viaje, pero no, la mayoría hacen escala en Nueva Delhi para viajar a
Bangkok (Tailandia). No tenía ni idea de que podías viajar a Tailandia a través
de India, así que hago este comentario por si le doy ideas a alguien.
El vuelo es nocturno, por lo que
después de cenar, aprovechamos para dormir ya que tendremos otro vuelo hasta
llegar a destino.
Llegamos a Nueva Delhi a la hora
prevista, y tras hacer los trámites en la aduana, nos dirigimos a la salida del
terminal, al encuentro de nuestro contacto con la agencia en India para hacer
la conexión con el vuelo nacional. En este viaje somos un pequeño grupo de 3
personas, dos volamos desde Madrid y la tercera desde Barcelona, por lo que una
vez reunidos los tres, ya podemos ir hacia la terminal de vuelos nacionales.
Yo, que estoy acostumbrada a
viajar por mi cuenta, me había mirado los planos del aeropuerto para ir de la
terminal internacional hasta la domestica, pero que te vengan a buscar es mucho
mejor, donde va a parar, jejejejeje.
Decir que por temas de seguridad,
solo puedes entrar en el aeropuerto si tienes billete, dato que revisan en la
puerta del aeropuerto, en el arco de seguridad, después de pasar el arco de
seguridad, antes de llegar a la puerta de embarque, en la puerta de embarque y
antes de desembarcar. Cada vez que te piden el billete te harán un check o te
pondrán un sello jajajajaja así que paciencia. El escáner se separa entre
hombres y mujeres, ya que a las chicas nos meten en una cabina para mayor
intimidad, jajajaja. Solo diré que lo que pasa en la India…se queda en la
India…
Por fin hemos llegado a Udaipur,
provincia de Rajastan y nos esperan para llevarnos al hotel. Creo que es la
primera vez que me choca tanto llegar a un nuevo país. Las motos, las vacas,
las carreteras, los bocinazos, los colores… No llevamos ni una hora y creo que
ya he hecho unas 100 fotos.
Hemos visto hasta un elefante paseando tranquilamente por la calle con su cornaca!!! Aquí parece que gustan las mascotas grandes... jajajajaja
El hotel es una antigua mansión o
palacio a las afueras de la ciudad. Después de hacer el checking y de dejar
nuestras cosas en la habitación, decidimos coger un chubasquero por si acaso e
irnos a dar un paseo por los alrededores.
Como no sabemos qué dirección
tomar, optamos por ir hacia un mercado que vimos de camino al hotel, caminando
por la carretera. En esta zona no hay aceras.
La gente nos mira extrañados y al
rato nos damos cuenta de que somos los únicos extranjeros por aquí. De pronto
se pone a llover y sacamos nuestros chubasqueros, esperemos que solo sea una
tormenta pasajera, y es que en agosto, es época de Monzones.
Al pasar por el mercado envueltos
en nuestros plásticos de colores, los hindis nos miran entre extrañados y
muertos de risa. Qué bien, parece que les hemos alegrado la tarde del domingo.
Por suerte pronto deja de llover y
podemos seguir paseando. Decidimos dejar el mercado y callejear un poco por el
barrio de al lado. Sin saber qué dirección tomar, de repente escuchamos una
música muy animada y convenzo a los chicos para acercarnos hasta allí a
curiosear… pero al final, los que salen a curiosear son los vecinos para saber
que hacen tres extranjeros con plásticos de colores en su barrio jajajajajaja.
Decir que la mayoría de los hindis
no hablan inglés, los más jóvenes hablan un poco, pero igualmente intentan
explicarnos que están celebrando a Shiva y nos invitan a comer. Nosotros, que
venimos bien advertidos desde España de no comer nada de lo que no estemos
seguros, rechazamos amablemente la invitación, pero ellos no se dan por
vencidos, jajajajaja.
Encantado con nuestra visita nos
enseñan su pequeño templo, al que para acceder debemos descalzarnos, a lo cual
accedemos sin problemas a pesar del suelo mojado. Nos enseñan que están
cocinando y me piden que haga una ofrenda, por favor, por favor… que no sea una
diosa de la fertilidad (Días después me enteré de que la esposa de Shiva es,
precisamente, la Diosa de la fertilidad… ¡¡¡maldita sea ¡!!)
Poco a poco el barrio se va
llenando y se va animando con nuestra presencia. Nuestros anfitriones vuelven a
insistir en que probemos su cena, y esta vez, no podemos rehusar. A mí , mi
madre me enseño a comer cuando me invitan, así que probamos un arroz blanco con
una salsa verde, muy rica y que extrañamente no llevaba picante y unas bolas de
almendras extremadamente dulces. Cruzamos los dedos para que mañana no nos
levantemos con problemas estomacales, jaajajajaaja y nos volvemos al hotel para
la cena.
Hemos conseguido aguantar sin
dormir hasta la noche, por lo que seguro que vamos a dormir del tirón. Mañana
conoceremos a nuestro guía y empieza la ruta del viaje. Sin duda, con el día de
hoy, no podíamos haber tenido mejor primer contacto con la India. Estamos
encantados.
Bego
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