Dia 7: Termas naturales

Este es nuestro último día en Dalyan y que mejor manera de pasarlo que en un balneario al aire libre con lodos y aguas sulfurosas…Bueno, vale, el olor no mola…pero, ¿ y lo bien que te quedas luego?

Hoy hace excesivo calor, así que nos lo tomamos con un poco de calma. Desayuno, unos baños en la piscina y a medio día, cogemos el coche para nuestra excursión.

Este balneario se puede visitar en barco, uno de los tours lo ofrece, pero nosotros no queremos estar atados a tiempos, así que preferimos ir en coche a pesar de que es una hora larga desde nuestro hotel.

El balneario de Sultaniye está situado al lado del lago de agua dulce Köycegiz. Sus instalaciones son muy básicas, una piscina de lodo, dos piscinas exteriores de agua sulfurosa y otra interior.

A parte también hay aseos, duchas para quitarse el lodo y se puede comer o tomar algo en sus tres restaurantes.

La entrada es de 10 liras por persona, baratísima...

Nosotros comenzamos por los lodos, en cuya piscina hay que tener un poco de cuidado, porque aunque no cubre más allá de las rodillas, hay que ser muy precavido al bajar por esas resbaladizas escaleras…. Jajajajaja, menos mal que yo conseguí quedarme clavada, porque el último escalón creo que ni lo pisé…jajajajaja

El calor es abrasador, lo que hace que el barro se seque rápidamente, y hay que tener cuidado al estar descalzo sobre el cemento, porque te quema los pies…

Hemos venido en muy buena hora, porque no hay casi nadie, así que podemos disfrutar de la piscina y las duchas sin problema…

Vemos que ofertan la pedicura con los famosillos peces que la verdad no es nada caro, 6 minutos 5 liras…Yo lo he probado en España varias veces y la verdad es que es una sensación muy agradable, y eso que yo tengo unas terribles cosquillas en los pies…Por supuesto, no nos vamos a ir sin meter los pies!!!

Ya con nuestros pies un poco mas suaves, cambiamos de tercio y nos metemos en la piscina de agua caliente…La verdad es que entre el olor, el agua caliente y el calor en el exterior…yo me estoy mareando un poco…pero todo sea por la belleza…jejejejee.

Justo en este momento atraca una avalancha de ingleses procedentes de varios cruceros, así que decidimos aprovechar para comer algo. Solo hay un pequeño restaurante que ofrece pide, una especie de pizza turca que a mi me encanta. La otra opción es tomar un helado y por supuesto que nosotros,  vamos a optar por los dos…

Con el estómago un poco calmado, nos adentramos en la piscina cubierta. La verdad es que aquí el agua está un poco mas limpia (la exterior tenía bastantes algas) y recuerda a un baño turco…

Completamente relajados  volvemos al hotel para prepararnos puesto que como es nuestra última noche, vamos a ir a cenar a un restaurante a las afueras del pueblo.

En esta zona se ven muchas cigüeñas, por lo que no es raro que encontremos un restaurante dedicado a ellas. Por desgracias, exponen una pareja de ellas en una jaula, algo que no comparto, pero en cambio, el lugar aprovecha una preciosa arboleda y se mimetiza perfectamente con ella. Hay una zona de juegos para los mas peques y patos...muy cariñosos, porque a mi me mordió uno, jajajajaja

Es un lugar tranquilo, en donde charlar apaciblemente y donde comer y beber lo que te apetezca. Además la zona de niños está apartada, y aunque a mi me hicieron sudar antes de la cena, es una oportunidad para que los adultos se alejen un poco y descansen de tanta energía infantil. Para nosotros fue una desilusión saber que justo esta noche es la única de la semana en que no hacen actuación de danzas turcas...Con lo animados que estábamos después de unas copitas de vino...

Un poco desilusionados porque nos toca volver temprano a la cama cuando mas animados estábamos, hacemos el camino de regreso al hotel, unos diez minutos en coche. Hoy toca despedirse de los dueños del hotel y de los niños, puesto que yo soy la primera en terminar mis vacaciones.

Se me hace un poco triste, pero se que pronto volveremos a vernos... No me gustan las despedidas, así que mejor lo dejo aquí...

Hasta mañana

Bego