Amanece y entra el sol por la ventana...y es que...que gusto da despertarse cuando se está de vacaciones!!!
Nuestro cuerpo pide levantarse y salir al sol. Estamos hartas de tanto frío, que en Valencia este año ha sido bastante largo, y nuestra piel necesita rayos uva. Con una alta protección solar, por supuesto, no es cuestión de volver al trabajo cual gambas germanas, jajajjaa.
Como nuestra cuarta inquilina todavía tardará un rato en llegar, nosotras decidimos bajar a desayunar a la churrería de enfrente y una vez el estómago calmado, subir a la azotea a disfrutar de la piscina un rato.
Es temprano, pero el sol ya está en pleno apogeo, asi que cogemos unas tumbonas y a tirarnos un rato cual lagartos al calor. Yo no aguanto mucho la verdad, la curiosidad me puede, asi que cojo la cámara y me asomo a curiosear las vistas...y la piscina...
Ya es medio día y por fin estamos las cuatro reunidas. Planeamos un poco el día y decidimos acercarnos de nuevo a la playa de las Canteras a comer con unos amigos.Esta vez nos dirigimos a la zona del ambiente surfero, cerca del auditorio Alfredo Kraus.
Serpenteamos por el paseo pasando por las terrazas de La Puntilla y los restaurantes. Aqui puedes encontrar de todo, pastelerías, heladerias, tiendas de recuerdos, tiendas de objetos curiosos... Sil y yo aprovechamos para fotografiar todos los rincones...jajajajaja
A medida que nos vamos alejando de nuestro lugar de residencia temporal, el mar se vuelve mas salvaje y es que esta playa tiene una peculiaridad, y es que aquí existe una formación rocosa de varios metros de longitud que llaman "la barra" y que protege una parte de la playa de las mareas, convirtiéndola en una bahía. Poco a poco, nos vamos alejando de ella, de ahí que los surfistas prefieran esta zona.
Como dije ayer, a pesar de ser una playa urbana, el paisaje es totalmente cambiante y no solo el oleaje en esta parte es mayor, sino que la arena se vuelve negra...de ahí le viene el nombre de Las Canteras.
El paseo se hace largo y el hambre aprieta, yo tengo ya lo churros en los tobillos...jajjjja. Otra peculiaridad es que el viento no nos abandona en ningún momento, lo que hace que no nos demos cuenta de la solana que nos está cayendo. Dato para los lechosos...crema solar antes de bajar a la calle...
Ya tenemos el auditorio al fondo. Sin duda es un edificio singular que rompe con la estética de los edificios que rodean la playa en esta parte. Se terminó en 1997 con la idea de construir un faro que protegiese la playa de Las Canteras. Se antoja que por dentro debe ser todavía mas impresionante. Nosotras no entramos, pero os dejo esta descripción sacada de internet: "Es el reflejo de un diseño perfectamente armonizado entre el enclave marino del edificio y la capacidad para acomodar a 1.656 personas. Con unas dimensiones de 1.650m2 , su forma hexagonal posibilita una extraordinaria acústica. Un gran ventanal de más de 100 m² , a través del cual se contempla el oceáno Atlántico, hace que sea la pieza de mayor espectacularidad para la celebración de conciertos"
Las vistas de la playa aquí son formidables. Atrás quedan los edificios pegados a la arena de ayer, y aqui se vuelve todo un poco mas salvaje.
En tantos kilómetros de paseo no sorprende encontrarse de todo, incluída una exposición al aire libre...
Por fin hemos llegado al restaurante de la quedada, donde nuestros amigos ya han empezado con el picoteo...Y que buena pinta tiene todo!!!! Papas arrugadas, calamares, gofio... A mi que me pongan dos de todo, por favor...que hambre!!!!!
Con el estómago en calma y visto que ni el sol, ni el viento nos dan tregua durante la comida, llega la hora de bajar a la playa y darnos un chapuzón. Las olas rompen con fuerza y me remonto a cuando era niña y mis padres me regallaban por no querer salir del agua. Con lo divertido que es bañarse con olas....
Los mas miedosos podeis estar tranquilos, los socorristas vigilan la playa constantemente.
Nosotras no lo dudamos ni un segundo y nos lanzamos al agua en cuanto ponemos a buen recaudo nuestros objetos personales. No quiero salir del agua!!!!...
Creo que hacía mucho tiempo que no nadaba tanto, y eso que se hace un poco dificil, porque las olas te arrastran constantemente. Ufff que cansada, mejor salir a tomar un poco el sol o volveremos igual de blancas a la península, jajajja. Mientras nosotras nos remojábamos de lo lindo, nuestra anfitriona ha decidio ir a practicar un poco el surf. Le seguimos un rato la estela, pero es imposible ya distiguirla dentro del agua.
Atardece nuevamente sobre las Canteras, y la "panza de burra" vuelve a detenerse sobre nosotras. Me tienen fastinados estos juegos de luces sobre el mar, y con el faro al fondo, ¿que mas se puede pedir? Quizás que sea capaz de captarlo como mi cámara..., y creo que lo he conseguido...
Ya estamos todas. Nuestra anfitriona nos dio un pequeño susto porque se ha pasado mucho tiempo en el agua, y sin neopreno, pero finalmente aparece ante nosotras feliz y cansada. Nosotras también estamos agotadas, así que recogemos todo y nos acercamos a tomar algo en un bar de surferos que hay cerca. Lo habitual aqui es cenar, y para nosotras es demasiado pronto, pero encontramos un huequito para tomarnos un refresco. Decir que en esta época del año, en cuanto desaparece el sol, es mejor tener a mano algo con lo que abrigarse un poco...jajajjaja.
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