La isla cuenta con apenas 69 km de litoral, por lo que su visita resulta relativamente rápida. Uno de los mayores publicistas de Formetera fue Julio Medem, que en su película "Lucía y el sexo" expuso los rincones mas bonitos. Como estamos situadas en un punto medio de la isla, nos decidimos por visitar primero el Faro del Cabo de Barbaria, al suroeste, imagen de la carátula de la película española.
No somos los únicos turistas de la isla que hemos tenido la idea de aprovechar el día recorriendo estas estrechas carreteras, y una marabunta de gente, en su mayoría italianos, inundan el cabo.
El viento nos azota sin pausas, lo que hace que la temperatura sea muy agradable y las vistas son magníficas. Viniendo de las costas levantinas, encontrar este mar azul e inmenso, además de sorpresa y satisfacción, me hace sentir morriña de mi Océano Atlántico, aunque prefiero la temperatura de estas aguas, jejejeje...
Intentamos emular la famosa escena de la caída de Lucía en la Cueva Agujereada ( Cova Foradada), pero entre tanto tumulto es un poco dificil aparecer solas.
Intentamos emular la famosa escena de la caída de Lucía en la Cueva Agujereada ( Cova Foradada), pero entre tanto tumulto es un poco dificil aparecer solas.
Un poco hartas de pelearnos con la gente seguimos hacia nuestro siguiente punto. Decidimos acercarnos a Sant Francesc Xavier a merodear entre sus tiendas y mercadillos. Aunque venimos de ciudades donde los hippies tienen zonas de venta propias, es cierto que aquí es mas fácil encontrar utensilios de playa como los enormes pareos-toalla, sombreros de paja, capazos, vestidos frescos y vaporosos... Así que algunas hemos pecado y por supuesto en nuestras compras no falta un imán para la nevera en forma de lagartija, icono de Ibiza y Formentera...jejejeje
Seguimos ruta hacia la plaza del Ayuntamiento y aprovechamos para refrescarnos en una de sus terracitas, que a estas horas y debido al mal tiempo, están abarrotadas. Nos absorve ver a tanta gente preocupada en llevar el atuendo perfecto. Es cierto que la gran mayoría de los visitantes de la isla son italianos...y eso se nota. Yo personalmete me esperaba gente mas naturista y "perro-flautica"...sin tanto lujo...
El día sigue nublado, así que volvemos a casa a comer y a descansar un poco del coche. Pero esta isla no es para estarse quieto ni encerradas en casa, así que pronto hacemos ruta para visitar alguna playa aunque sin idea de bañarnos. Esta vez escogemos la zona de la Playa de Tramontana y elegimos la Cala de San Agustín (Caló de Sant Agustí). Las imágenes hablan por si solas, un lugar precioso donde pensar y abstraerse mirando el mar.
El viento empieza a ser un poco molesto y el sol no termina de aparecer, por lo que nos montamos de nuevo en el coche y nos dirigimos al sureste de la isla, toca visitar otro de los faros míticos, en de La Mola.
De nuevo marabunta de gente, pero las vistas lo valen. Pena que esté nublado, aún asi, sigue manteniendo su encanto. Un momento para relajarse y contemplar el horizonte.
De nuevo marabunta de gente, pero las vistas lo valen. Pena que esté nublado, aún asi, sigue manteniendo su encanto. Un momento para relajarse y contemplar el horizonte.
Tanta visitar y el salitre del mar nos abre el apetito. En el pueblo de La Mola hemos visto una pastelería con repostería típica, asi que paramos a tomar un café. No tenemos mucho ánimo de salir de fiesta, y es que en realidad, tampoco es nuestro plan principal. Personalmente necesitaba estas vacaciones y la opción de pasar el día vuelta y vuelta en la playa no casan demasiado bien con salir de fiesta. La zona de copas esta hacia el norte de la isla, Es Pujols y no es demasiado apetecible. Parece un pequeño Benidorm , para quien le guste...
Aunque el cielo está nublado, nos apetece ir a la playa a ver atardecer. Nos ponemos en camino de nuevo a la otra punta de la isla, las distancias aquí parecen no existir, esta vez a la Cala Saona, una pequeña playa donde atracan numerosos barcos.
La temperatura es agradable y el agua está caliente, así que todavía algunas se animan a darse el baño del día. Por supuesto, las nubes nos impiden ver como se esconde el sol, pero aún así, el cielo es precioso.
Ahora sí, volvemos a casa a descansar porque el día de hoy ha sido bastante ajetreado. Mañana mas...
Bego
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