domingo, 15 de agosto de 2010

Formentera: Adiós

Como toda escapadita se suele caracterizar porque dura poco y este es nuestro caso. Pero tampoco hay que darse mucha prisa porque nuestro ferry de vuelta a Denia no sale hasta las 8 de la tarde. Toca recoger las maletas, organizar el coche y devolver las llaves del apartamento.
Nuestra idea es pasar el dia en la playa hasta las 6 mas o menos para que nos de tiempo a organizarnos puesto que toca embarcar también el coche. En este caso, con estar una hora antes es mas que suficiente.
Abandonamos nuestro complejo de apartamentos y muy amablemente nos dan la posibilidad de volver para ducharnos en la piscina y poder asearnos un poco antes de embarcar camino a la península.



Ya con todos nuestros bártulos en el maletero decidimos visitar es Arenals en la playa de Mitjorn dirección a la Mola. El día es maravilloso, con un sol y un cielo azul libre de nubes, por lo que nos parece imprescindible utilizar la sombrilla.
Comentar que las playas de la isla suelen carecer de árboles y lugares con sombra donde guarecerse. La mayoría de las playas ofrecen tumbonas y sombrillas, pero visto la cantidad de visitantes que hay en el mes de agosto, si teneis la oportunidad de llevarla, seguro que lo agradecereis.



Cansadas de tomar el sol y una vez aseadas en nuestro anterior alojamiento ante la mirada incrédula del resto de residentes ( por sus caras pareciese que pensasen que nos habiamos colado en la piscina por la cara jajajjaa) nos encaminamos al puerto de la Savina. Como todavía es pronto, decidimos informarnos de la hora de embarque y tomar algo fresquito en una de las terrazas del puerto deportivo.



Antes de irnos, unas últimas fotos..., esta vez al Faro de La Savina, mas moderno que los anteriores pero las vistas igual de bonitas.
Llegada la hora del embarque, el coche por un lado y el resto del pasaje por otro, al subir al ferry tenemos una sorpresa inesperada. El barco hace la ruta Denia-Formentera-Ibiza y a la inversa, por lo que los pasajeros que han subido en Ibiza han ocupado por completo la sala acondicionada con butacas. Al resto nos toca acomodarnos como podemos en la zona de la cafetería o en las cubiertas exteriores. Muchos de los pasajeros reclaman al personal de la naviera, pero nosotras optamos por afrontar lo mejor posible este viaje de 3 horas y reclamar una vez en tierra a través de la página web de Balearia. Damos gracias a que el mar está en calma y dentro de lo malo el viaje lo realizamos con cierta tranquilidad.



Es difícil estar sentadas mucho tiempo en esas sillas, así que aprovechamos para dar paseos por cubierta y fotografiar partes de la isla que no conseguiamos ver claramente desde tierra. La noche está nublada por lo que el atardecer no va a ser demasiado visible, aún así, las fotos merecen la pena.


Llegamos a Denia a las 11 de la noche y todavía nos queda otra horita larga hasta Valencia. El sueño empieza a aparecer pero todavía estamos excitadas por las experiencias vividas estos 4 días.
Sabía al inicio de esta escapada que me esperaba un paraiso, pero ha superado con creces mis expectativas. Sin duda recomendaría a todo el mundo la visita de esta pequeña isla por lo menos una vez en la vida, pero quizás el mes de agosto no sea el mas apropiado.
Tengo por seguro que volveré a Formentera porque todavía hay muchas playas por descubrir y espero que la próxima vez haya menos humanos en el agua para poder descubrir también sus fondos marinos.

Hasta pronto.



Bego

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