sábado, 12 de marzo de 2016

Dia 1: Aterrizando y primera visita a la ciudad

Es viernes tarde y empieza un nuevo viaje a una ciudad europea. Esta vez hemos decidido pasar un fin de semana largo en Edimburgo y visitar a nuestro amigo Lorenzo, que lleva un par de años por esas tierras.
Nosotras hemos optado por tomar el avión de las 20:00 h, pero existe otro anterior a las 15:00h. Como yo no trabajo los viernes por la tarde, así me ahorro pedir un día de vacaciones jejejeje.
El vuelo tiene una duración de 3 horas y desde el aeropuerto podemos tomar un autobús que nos dejara en el centro de la ciudad (os he hablado de el en la entrada de los preparativos).
Tras una hora de retraso, por fin embarcamos y partimos hacia Edimburgo. Comentaros por si no habéis viajado con Easy Jet que no acepta mas de un bulto como equipaje de mano, a excepción de los billetes premiun. A nosotras nos metieron la maleta en bodega, pero entre que al llegar al aeropuerto tenemos que pasar el control de pasaportes, cuando llegamos a la zona de equipajes, nuestras maletas ya están esperándonos.
Salimos de aeropuerto donde nuestro amigo nos esta esperando y tomamos el autobús al centro, el airlink 100, cuya parada esta a mano derecha de la puerta de salidas. El trayecto es de unos 15 minutos aproximadamente y nos deja en el Waverley Bridge, al lado del Scott Monument.


Llegamos con un poco de lluvia pero esperemos que mañana y el resto de días el tiempo nos respete jejejeje. Nosotras nos instalaremos en la zona de South Bridge. Nuestro alojamiento también va a dar a cowgate, denominada así, porque por esta vía antiguamente, se llevaban a las vacas al mercado.
Aprovechamos la noche para cenar con los productos españoles que hemos traído a nuestro anfitrión regado por unos buenos vinos españoles para ponernos al día y descansar para la caminata de mañana.

Nos levantamos a una hora prudencial, pero siendo tantos para arreglarnos, hasta las 10:30 no conseguimos salir del piso. Lo principal es un buen desayuno y coger fuerzas para lo que nos espera en el día de  hoy.

Salimos por la cowgate y muy cerca nos recomiendan un restaurante donde tomarnos un completo british breakfast.


Huevos, salchichas, haggis (plato escocés típico muy condimentado y de sabor muy intenso puesto que está hecho a bases de cordero y oveja principalmente), pastel de patata salado, embutido, habas...no falta de nada!!!! Y por supuesto, yo opto por el té inglés aunque puedes elegir café también. La verdad es que por 7 libras con este almuerzo, no es necesario comer hasta la hora de cenar jajajjaja...festival del colesterol!!!! Pero sin problema, porque estamos segurísimos de que lo vamos a quemar todo!!!!!

Subimos la calle con la pesadez de la barriga y aunque el cielo está nublado, parece que ha dejado de llover. Sinceramente, para caminar y ver edificios prefiero este tiempo, aunque las fotos salgan un poco oscuras. La verdad es que Edimburgo me recuerda a mi Santiago natal, el clima, los edificios de piedra...bueno, aquí hace un poquito mas de frío...


Empezamos nuestra visita por la parte vieja de la ciudad y nos dirigimos hacia el Castillo de Edimburgo. Salimos por High Street , la parte más conocida de la Royal Mail.


Nuestra primera parada es ante la Catedral de St Giles. Esta iglesia, en realidad no es una catedral puesto que no tiene obispo, fue consagrada al patrón de los leprosos. Aunque confluyen en ella varios estilos arquitectónicos, la última reforma fue en el siglo XV con estilo gótico.


La catedral se encuentra en un punto intermedio de la Royal Mail, justo entre el Catillo de Edimburgo y el Palacio de Holyroodhouse. A su derecha y en el centro de la plaza, se encuentra el ayuntamiento. En la plaza hay un corazón dibujado en el suelo en el que al parecer, la ley permite escupir dentro de su perímetro. Según nos cuenta nuestro guía, cuando los ciudadanos iban a pagar algún impuesto o a quejarse al alcalde y este no satisfacía sus quejas, en vez de gritar o patalear, iban a esta zona de la plaza y escupían en señal de protesta. Muy cívico, jajajajaja.


Este fin de semana se juega el partido del Seis Naciones entre Escocia y Francia y la ciudad está llena de turistas franceses que aprovechan el viaje del partido para hacer turismo. Pasean animadamente con sus “kilts”, que aunque no sea lo más típico de los galos, en cuestión de rugby, se animan a todo jajaajaja. Los que no llevan falda, llevan “chapela” jajajajaja, así que estamos como en casa…


Paso a paso llegamos a la cima de la Castle Hill donde se encuentra el castillo. Se puede visitar el interior, que es bastante extenso y la entrada son unas 30 libras. Nosotros decidimos quedarnos fuera y seguir visitando la ciudad.


Esta antigua fortaleza está rodeada por escarpados acantilados, siendo su única vía de entrada, la que conduce la Royal Mail.


El castillo se puede divisar desde cualquier punto de la ciudad y desde sus murallas hay una bonita vista de la ciudad.


Regresamos por High Street y bajamos por la colorida Victoria Street. Es muy típico de la old town sus callejones o más bien, sus “Closes”, de los que surgen miles de leyendas.


Es hora de hacer un pequeño break y mis ojos se posan en una preciosa iglesia que han convertido en pub nada más entrar en Victoria Street.


Después de esta experiencia religiosa jajajaja, continuamos bajando la calle y llegamos al famoso Grassmarket.




El mercado está en pleno apogeo y decidimos cotillear por los puestos de comida que hay a lo largo de la plaza. Picamos en un puesto que ofrecen “macarons” de todos los sabores…ginebra, cerveza, wiskhy…jajajaja. Los de gin estaban muy buenos!!.


Seguimos caminando por Candlemarker Row hacia una de las estatuas más emblemáticas de Edimburgo. Resulta curioso que uno de sus monumentos más famosos no sea la de un rey o un guerrero, sino la de un perro. Cuenta la leyenda que Bobby, un pequeño terrier , después de la muerte de su amo, paso 14 años sentado en la tumba del mismo hasta que el también murió. Fue tan conmovedora su historia, que lo enterraron en el famoso cementerio de Greyfriars, donde se puede visitar su tumba. La leyenda cuenta que si tocas la nariz de su estatua…regresarás a Edimburgo…


Enfrente de la estatua, está uno de los emblemáticos cementerios de la ciudad, el de Greyfriars, famoso, no solo por la tumba de Bobby, sino por su multitud de apariciones fantasmales.



La lápida de Bobby...


Alrededor de este cementerio hay unas casas, en las cuales al parecer vivió J.K. Rowling y de cuyas lápidas sacó los nombres para su saga de Harry Potter.


Nuestros guías algo nos comentan de la tumba de un asesino muy famoso enterrado aquí y que alguna vez se ha aparecido su fantasma…jajajaja menos mal que es de día, así que creo que estamos a salvo…


Regresamos a la estatua de Bobby y vamos a visitar el Royal Museum en Chambers Street. El museo de Escocia, junto con el vecino antiguo Museo Real, componen el Museo Nacional de Escocia. Está dedicado a la historia, personas, geología, fauna, flora y cultura de Escocia. Aquí podemos encontrar cosas tan diversas como a la famosa oveja Dolly disecada o aparejos y esculturas de la historia del país. En su última planta tiene una terraza con vistas a la ciudad (cuando fuimos estaba cerrada por obras) y en su parte inferior tiene una bonita cafetería. Aquí también se rodaron escenas de alguna película de Harry Potter.


Salimos del Museo Nacional a la calle principal, Chambers Street hacia South Bridge y en la primera intersección, giramos a la derecha por West College Street y llegamos a la Universidad de Edimburgo. Es una de las mas prestigiosas de Reino Unido. Visitamos el edificio por fuera y llegamos a un hermoso patio de césped donde también se rodaron escenas de una película de Harry Potter!!!! La verdad, es que para no ser fans de este personaje…menuda turra nos están dando jajajajjaaja.

Dejamos ya de lado a Harry y nos vamos a una de las partes más bonitas de la ciudad, Calton Hill.
Regresamos a South Bridge, luego a Cannotgate hasta el Palacio de Holyroodhouse. Este sigue siendo la vivienda oficial de la Reina y se puede visitar, aunque nosotros lo fotografiamos desde la puerta.

Desde aquí, nuestros guías nos meten a través de un cementerio y llegamos a Regent Road, todo cuesta arriba ....


Y por fin llegamos a Calton Hill, con un montón de escaleras…


Esta colina está situada en la parte nueva de la ciudad, al final de Princes Street. Aquí se encuentran dos monumentos preciosos además de ser un mirador precioso de la ciudad. Sin duda, la mejor vista de la ciudad…


Sin duda merece la pena tomarse un rato y disfrutar de lo que tenemos a nuestros pies...



El Monumento a Nelson fue construido entre 1807 y 1815 fue erigido en honor al Vicealmirante Nelson tras su victoria y muerte en la Batalla de Trafalgar.


 El Monumento Nacional está situado a escasa distancia del Monumento a Nelson y fue diseñado para homenajear a los caídos en las Guerras Napoleónicas, pero nunca se vio terminado por la falta de fondos. Es por este monumento que a Edimburgo se le llama la Atenas del norte.


Pero antes de irnos...no podemos dejar de hacer la payasada del día!!!!



Tras esta fantástica experiencia, volvemos a la ciudad nueva y decidimos irnos a casa. Creo que por hoy lo hemos dado todo y con la oscuridad de la noche, bajan las temperaturas y apetece irse a casa con la calefacción.
Decidimos coger un autobús, pero para ello, es necesario tener efectivo. Así que me dispongo a sacar del cajero un billete de 10 libras…

Pero, el autobús solo acepta monedas… Decidimos entrar en un centro comercial y hacer una compra pequeña para cambiar el billete. Unas chocolatinas son perfectas y ya tenemos cambio…

En casa, con nuestros embutidos y una botella de vino no se puede estar mejor… Mañana nos espera un viaje fuera de la ciudad…

Hasta mañana.


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