Después de la caminata de ayer
pero muy descansadas ya, bajamos a desayunar con la intención de asaltar el
buffet del desayuno. Tenemos que reponer energía para poder afrontar esta
segunda etapa por la capital alemana.
Como dije el primer día, el hotel
es pequeñito y muy mono. La habitación es pequeña y simple, pero muy cómoda y el
buffet del desayuno es una pasada: multitud de tipos de pan, embutidos, huevos,
café, te, zumo, cereales, etc…
La ruta de hoy comenzará por el
punto más alejado, para ir acercándonos al hotel de cara al final del día.
Salimos del hotel hacia la Puerta de Brandenburgo nuevamente, puesto que
queremos visitar la preciosa Siegessäule o columna de la victoria.
Antes de empezar la ruta aprovechamos para hacer fotos al antiguo parlamente, ya que anoche solo nos preocupamos de contemplar su cúpula.
Partimos de la puerta de
Brandenburgo y pasamos por delante del Monumento soviético de Tiergarten con el
Siegessäule al fondo.
Dos "tanques T 34"
flanquean la estatua de bronce de un soldado del Ejército Rojo que porta su
escopeta en el hombro. En las columnas situadas detrás se encuentran diferentes
textos con los nombres de los soldados soviéticos caídos. Y en la parte que se
ubica a espaldas del monumento se encuentran las sepulturas de aproximadamente
2.500 soldados. En 1945 se erigió este monumento en honor de los soldados del
Ejército Rojo caídos el 17 de junio, durante la Segunda Guerra Mundial, en el
lado norte de la actual calle, cerca del Reichstag
Y después de 1,2 km desde la puerta de Brandenburgo... la columna de la victoria...
Esta monumental columna está
ubicada en el parque Tiergarten. Fue construida en 1874 para conmemorar la
victoria de Prusia en alianza con el Imperio austríaco contra Dinamarca en la
Guerra de los Ducados de 1864. Mide 64 metros de altura y se puede acceder a su
mirador subiendo los 285 escalones en caracol de su interior. La entrada son
3€.
Para acceder al recinto de la
columna existen unos pasadizos subterráneos puestos en dos laterales de la
rotonda, para poder cruzar sin que te atropellen.
Recuperadas de la subida al
mirador, cruzamos al parque en dirección al Sony Center en la Potsdamer Platz.
Hace 10 años, cuando tener wifi era un lujo y no existían los Smartphone,
recuerdo que me alucinó ver a la gente sentada en la calle de este centro
comercial con sus portátiles navegando por internet.
En la actualidad, esta plaza explica
muy bien el paisaje de Berlin, mientras te deslumbras con los grandes centros
comerciales con vidrios azules y con la gran estación de tren, volteas y
encuentras estos delgados pedazos de pared destruida, que están gritando para
contarte la interesante historia de su existencia.
Caminamos sin rumbo fijo hablando
de nuestras cosas hacia la avenida Unter den Linden, pero una equivocación en
nuestra orientación, nos hace tropezar con la
Topografía del Terror ubicada en Niederkirchnerstraße 8.
Se trata de una exposición al
aire libre que documenta la historia de este lugar como el centro de control
del programa nacionalsocialista de exterminio y persecución. Aquí funcionaba
entre 1933 y 1845 y junto a otras instituciones nazis, la central de la Gestapo
(policía secreta del estado) y la cárcel central de la Gestapo. En cuanto al
muro, existe justamente allí un trozo de 200 metros que los empleados del
centro de documentación consiguieron preservar en un tiempo en el que estaba
planeado que los restos del muro desapareciesen por completo del centro de la
ciudad. Este resto del muro fue declarado patrimonio histórico en 1990.
Empieza a anochecer, así que
apuramos el paso hacia la Pariser Platz y de nuevo la puerta de Brandenburgo
para iniciar nuestro camino hacia Alexander Platz a buscar un restaurante que
he visto en internet que anuncian como muy típico alemán.
Recorremos la Unter den Linden
paseando por delante de monumentos ilustres como la Biblioteca Estatal ,la
Universidad Humboldt ,Babelplatz ,Die Alte Bibliothek ,la Catedral de Santa
Eduvigis , la Ópera Estatal,la Nueva Guardia o el Museo de historia alemana…
Son las cinco de la tarde y es
noche cerrada. En Alexander Platz el viento es horroroso y el frio se nos mete
por todas partes. Como el desayuno ha sido bestial, hasta ahora no nos había
entrado el hambre, pero ya estamos cansadas y tenemos ganas de cenar y
sentarnos en algún lugar calentito.
Encontramos el restaurante Hofbrau
Wirtshaus Berlin por casualidad en
internet mirando opiniones de visitantes y creo que hemos acertado de pleno!!. Situado
en Karl Liebknecht-Strasse 30, (10178, Berlin) es una enorme casa que alberga
un restaurante gigante de enormes mesas de madera donde te sientas de corrido.
Aunque parece una turistada, la verdad es que el local está lleno de alemanes
que aprovechan para tomarse unas cervezas antes de volver a casa a la salida
del trabajo. A nosotras nos sientan con dos parejas de berlineses que
amablemente nos preguntan por nuestro origen y brindan con nosotras para que
nos aproveche la cena.
Los camareros van disfrazados de
tiroleses y hay música regional en directo. La banda nos invita a bailar, pero
no estamos lo suficientemente borrachas para lanzarnos a la pista al son de la
canción de los pajaritos en alemán.
La carta del restaurante es
enorme y optamos por compartir un codillo con salchichas y guarnición. No sé si
fue por el hambre o el ambiente del local, pero os aseguro que la cena era
deliciosa y disfrutamos mucho la estancia. Los precios estaban muy bien, y a
pesar de no haber reservado y que el local estaba lleno, nos encontraron un
hueco enseguida.
Si no tenéis nada planeado, me
pareció un gran restaurante para terminar el día y escuchar música antes de
volver al hotel…
Ya en el hotel relajadas pensamos
en cómo afrontar nuestro último tour en la ciudad…