lunes, 11 de octubre de 2010

Belfast: Almacenando recuerdos

Nuevo día, nueva ruta. Es nuestro último día de visita en Belfast y puesto que mañana tendremos que madrugar mucho, hemos decidido hacerlo lo mas ligerito posible e irnos a dormir temprano.
Después de un nuevo desayuno inglés completo...cogemos camino de nuevo hacia el centro de la ciudad. Hoy brilla mas el sol y las temperaturas han aumentado, aún así, yo me resisto a quitarme el pañuelo del cuello, pero he desabrochado mi cazadora...y es que, una semana mas aquí y tendriamos que ir a comprarnos unas chanclas...jajajjajja.

Bueno, hoy es lunes y por lo tanto los edificios públicos están abiertos. De ahí que hayamos dejado para hoy la visita al magnífico City Hall. Existen visitas guiadas a las 11:00h y a las 14:00h. Nosotras hemos llegado 10 min tarde, por lo que nos vamos a tomar un café y decidimos husmear por nuestra cuenta por las zonas comunes.



El Ayuntamiento se encuentra en la plaza de Donegall. Es una construcción neorrenacentista de columnas, frontones y parapetos de piedra de Portland.



El interior está revestido de mármol italiano y roble. Está lleno de estatuas entre las que destacan la reinta Victoria, un monumento a las victimas del Titanic...En su cafetería se puede ver una pequeña muestra de la historia de la ciudad.



Destacamos su majestuosa cúpula y su imponente entrada, con un mosaico en el suelo que nos recuerda al km 0 en el Parlamento de La Habana. Sus ventanas inferiores son vidrieras de vivos colores.



Salimos por un lateral de la escalera principal al patio interior donde terminamos de comtemplar las líneas de este precioso edificio.



El día de hoy queremos dedicarlo un poco también a la compra de los típicos recuerdos. De camino al centro, hemos hecho una parada en la universidad, primero para ver un poco el ámbiente estudiantil, que hoy observamos con cierta morriña y curiosear un poco en su tienda. Vemos que está dedicada mayormente al Titanic y a los símbolos celtas que tanto Vero como yo conocemos a la perfección, puesto que procedemos de tierras conquistadas por ellos.Optamos por unas postales.

Ya en el centro, no encontramos ninguna tienda que nos ofrezca esos regalos típicos que se han puesto tan de moda y que al final todos terminamos comprando, jajajjaja. Nos movemos por Donegall Pl, que es la zona de comercios y tras intentarlo en varias librerías, por fin en la esquina con Castle Pl, encontramos una Irish Shop, tan populares en Dublin. Aprovechamos para comprar camisetas, detalles para nuestros amigos y esas galletas de mantequilla que tanto me chiflan...uhmmm...buenísimas!!!

Nuestra siguiente visita se dirige hacía la Catedral de Sta Ana, pero antes queremos pasar por una oficina de correos para envíar nuestras postales. Madre mia...está llena de gente, pero menos mal, que existen máquinas expendedoras de sellos y nos libramos de hacer cola.



En Donegall St se encuentra esta catedral protestante consagrada en 1904. Sobrio exterior neorrománico y con un interior de enormes mosaicos realizados en los años 20.



El suelo está cubierto de madera de arce de Canadá y los laterales son de mármol irlandés. Cabe destacar los vistosos cojines que adornan las sencillas sillas de madera que utilizan para asistir al culto.



Decir también que el barrio donde se encuentra la catedral, antiguo barrio de pescadores, ha sufrido un gran cambio en los últimos años y se ha convertido en un enclave de moda lleno de pubs y restaurantes.


Ya son las tres de la tarde y nuestro aguante es mucho menor al de los dos días anteriores, así que decidimos parar para almorzar. Lo hacemos en un pub que hay justo al lado de la catedral. Por error mío, terminamos pidiendo un estofado de ternera en salsa guiness con patatas y zanahorias que después de tanto sandwich nos sienta de maravilla.


Con el estómago lleno decidimos ir de camino de vuelta a casa y coger el autobús. Una parada para comprar algo que desayunar mañana y optamos por entrar a curiosear en la Ópera House. Mas allá de su nombre, se trata de un gran teatro.Es sin embargo uno de los monumentos mas célebres de Belfast. Posee lujosos palcos fruto de la desmesurada época victoriana. Se inauguró en 1895, pero permaneció abandonado durante muchos años antes de que lo restauraran en 1980.

Nuestro autobús ha llegado y echamos el último vistazo a la ciudad antes de despedirnos para dormir. Así que...hasta mañana.



Bego y Vero

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