Puente de agosto y como son sólo tres días para disfrutar, decidimos buscar algo cerca de Zagreb.
Nos hemos decidimos por visitar Crikvenica, a 2h y media de Zagreb, situado en la bahia del Kvarner, muy cerca de Rijeka y enfrente de la cercana isla de Krk.
Es un pueblo típico de la costa de Istria, que ha crecido hacia la montaña, por lo que si no queréis hacer el mismo ejercicio que nosotros estos dos días, buscad alojamiento cerca de la playa, jejejee
Nosotros reservamos en el Guest House Agava ( 176€ dos noches) que está a 15 minutos del puerto caminando, eso si, la calle tiene pendientes de 45 grados... En el hotel se puede aparcar, algo importante, porque, al igual que pasa en España en estos pueblos pequeños, es casi imposible encontrar parking cerca de la playa.
Esto se ve recompensado con las vistas y la tranquilidad que se respira aquí.
No es un pueblo muy grande, se ve mas un turismo familiar, pero su proximidad a Zagreb y que tiene bastantes playas, la hacen perfecta para este pequeño puente vacacional.
Buscamos disfrutar del mar y comer pescadito...
Desde el puerto te puedes hacer una idea del pueblo, donde destaca la torre de la iglesia de San Antonio. Es en esta zona donde se encuentra el paseo lleno de restaurantes donde comer lo que mas te apetezca.
Hacia la derecha, tenemos la estación de autobuses y al lado la Iglesia de la Asunción de la Santísima Virgen, con su torre del reloj en restauración. Para llegar a ella debes cruzar el puente de la Madonnina.
Detrás el viejo puente arqueado
Antes de cenar, subimos a ver la Iglesia de San Antonio por dentro, puesto que su torre ha estado presente desde que llegamos al pueblo.
No tenemos mucha idea de a donde ir a cenar, en el paseo hay muchos restaurantes, algunos ofrecen platos demasiado modernos, y eso no es lo que buscamos.
Hicimos una búsqueda en internet y nos hemos decidido por el Konoba Trabakul, enfrente de la playa y que tiene muy buenas referencias.
Nos apetecía comer sardinas, pero nos han dicho que desde hace dos días no tienen, así que optamos por los calamares y los mejillones.
Como podéis ver, las raciones son enormes, casi no podemos terminarlas. La cuenta final, incluidas 3 cervezas, son 46€.
Desde el puerto, puedes elegir la zona de playa que te venga mejor. Aquí las playas son de cantos, como la mayoría en Croacia, pero cuando pasas los primeros metros de piedra, encuentras arena en el fondo. Aun así, necesitarás escarpines o algún tipo de calzado que puedas meter en el agua.
Para cenar en nuestro segundo día, nos decidimos por el Bistro Corso, muy cerca a esta zona de la playa y ya nos había llamado la intención, porque en su carta de vinos tienen Albariño, jejeje
Me están sorprendiendo los precios aquí, porque lo normal es que en Croacia en general, una copa de vino sean entre 6-8 euros. No soy muy fan de los vinos croatas, el blanco suele estar muy ácido, de hecho, lo habitual es mezclar vino blanco (normalmente el grasevina) con agua con gas y ponerle hielo...pero el malvazija (que es de la zona de Istria) es lo que os puedo recomendar.
En tintos, Cuvee Josip me gusta, pero alguna vez lo he pedido y esa añada no me ha gustado. Pero en este tipo de restaurantes, que se ven mas internacionales, siempre puedes encontrar algún vino interesante.
Yo he optado por el Albariño, jejejeje y está muy bueno. Luego, hablando con el dueño, nos dice que viaja mucho a España porque le gusta mucho. También es una sorpresa que el hilo musical del restaurante sea Cadena Dial, jajajaja
Hoy vamos a por el plato estrella de la costa, el plato combinado de pescado. Es enorme y todo está buenísimo, el pescado (atún rojo, dorada y lubina), las cigalas, los chopitos, los mejillones... delicioso. El precio del plato es de 52€ y dice que es para 2 personas, pero pueden comer 3 sin problemas.
Sin duda me ha sorprendido este pueblo, porque a pesar de ser pequeñito, tiene mucho que ofrecer. Otras zonas de playa a visitar que están muy cerca son Dramalj, Jadranovo o Selce.
También muy cerca la isla de Krk, que está unida al continente por un puente y que se ve perfectamente desde el pueblo, por lo que es muy fácil de visitar.
O bien pasar por Rijeka de camino a Zagreb.
Como podéis ver, en muy pocos kilómetros, muchas oportunidades.
Bego
No hay comentarios:
Publicar un comentario