Después de las maravillosas vacaciones en Tanzania, el resto del verano optaremos por acercarnos a la costa croata para escapar del calor de Zagreb.
Es julio y queremos movernos cerca, por lo que aprovechamos el viernes y nos vamos a Rovinj, que junto con Pula, son la joya de la corona de la zona conocida como Istria.
Desde Zagreb son unas 3h (depende del tráfico) y todo autopista.
Hace muchísimo calor y la humedad es horrorosa, por lo que una vez que dejamos las cosas en el apartamento, nos cogemos el coche y nos vamos a una de las playas de la ciudad, Cuvi Beach.
Esta al sur y se puede aparcar cerca, antes de entrar en la zona boscosa. No es una playa de arena, pasas del pinar al agua y tiene bastantes rocas, por lo que cuidado si vas nadando, puedes chocar contra una.
Después de pasar un rato en la playa, volvemos al apartamento para cambiarnos y caminar hasta la parte antigua de Rovinj.
Estamos a 15 minutos, y es fácil orientarse, puesto que solo tenemos que seguir a la gente de los apartamentos de alrededor, jejeje
No es fácil encontrar buenos precios, pero desde la entrada del euro en 2023, Croacia se ha encarecido bastante y lo que ofrecen esta bastante lejos de calidad-precio.
Primero optamos por caminar un rato y callejear. Terminamos cerca del puerto en la calle Obala Alda Rismonda. Hay bastante ambiente y se ve bastante gente en la ciudad.
Aquí somos de comer y cenar pronto, por lo que ver ya a la gente sentada con unos platos deliciosos, nos esta haciendo bastante difícil el seguir paseando.
Desde Zagreb vamos con la idea de comer arroz negro, por lo que ese es el plato que buscamos. Después de comparar un poco, nos decidimos por el Bistro Riva y creo que no nos hemos equivocado...
El arroz negro estaba buenísimo, tenia un montón de tinta y las gambas un sabor espectacular. Pena de que uno de los ventiladores se había estropeado, y hemos pasado un poco de calor, pero no tienen la culpa del bochorno veraniego...
El menú ha sido unos 47€, que no es demasiado alto para los precios que se manejan aquí.
Seguimos paseando y llegamos al otro lado de la ciudad antigua, desde donde se puede ver la torre (o campanile) de la iglesia de Sta Eufemia. Se ofrecen cruceros para ver delfines, por si os apetece la experiencia, y nos cruzamos con un crucero que viene de regreso.
Por esta zona también hay multitud de tiendas, por si queréis aprovechar para hacer compras de ropa o de recuerdos.
Lo imprescindible en la costa croata para mi, son los escarpines, pues meterse en el agua con piedras, aunque sean cantos, es un incordio. Por suerte hay muchos puntos donde los podéis comprar para los despistados.
Esta madrugada, tal y como anunciaban las previsiones ha caído una fuerte tormenta de verano, la cual yo agradezco, puesto que han bajado las temperaturas y hemos podido desayunar en la terraza.
Como esta nublado y llovizna, aprovechamos para ir a hacer algunos recados, como ir al super para preparar la comida e ir luego a la playa.
Hoy nos vamos a unos 15 minutos del apartamento caminando, la zona de Porton Biondi, desde la cual, hay unas vistas maravillosas de la península que forma la ciudad vieja.
El cielo esta algo nublado, y hace fresco, por lo que se esta de maravilla en la playa.
Hemos decidido tumbarnos en una pequeña cala, al lado de otra cala mediana y resulta que estamos en la playa para los perros...
Me encanta ver como disfrutan nadando y buceando. Y pensar que el mío es alérgico al agua... lo he intentado llevar a la playa, pero es imposible... Solo sabe hacer agujeros lanzando arena a todas partes y ladrarle a las olas, jejejeje
De regreso al apartamento, curioseamos por la orilla. En realidad esta zona es una especie de club. Puedes alquilar hamacas en vez de tumbarte en las piedras. También hay un camping con bungalós, para aquellos que prefieren estar mas en contacto con la naturaleza.
Si sigues la orilla, llegas a la zona antigua sin tener que desviarte.
Regresamos al apartamento para arreglarnos y bajar a la ciudad para pasear y cenar. Paseamos por la otra parte del puerto, donde hay unas vistas espectaculares de la península de la zona antigua y el campanile.
Aprovechamos los puntos que se señalan para hacer alguna fotos de los barcos y del mar. Hoy hace menos calor gracias a la lluvia y se puede pasear tranquilamente.
Continuamos bordeando el paseo para acercarnos a la península y subir hasta la iglesia de Sta Eufemia. No es un camino pesado, aunque tienes que subir cuestas.
He de decir que hacemos una parada en una terraza con vistas, puesto que había una mesa libre, y no se podía desaprovechar...
La iglesia de Sta. Eufemia es una iglesia barroca situada en los alto de una colina. Como he dicho antes, no es demasiado pronunciada y se puede llegar con facilidad.
La entrada a la basílica es gratuita y tiene hermosos retablos. También se puede subir a la torre (pagando entrada) o sencillamente pasear por los alrededores escuchando a los músicos callejeros...
Para la bajada la realizamos por la calle Grisia, una de las mas famosas, donde puedes encontrar multitud de locales de pintores o recuerdos.
A pesar de ser un poquito empinada, tanto sus casas y sus puertas de colores, como todos los negocios que hay a lo largo de las escaleras la convierten en el punto mas bucólico de la ciudad y la mas concurrida.
Ya empiezan a entrarnos las ganas de cenar y no tenemos muy claro donde ir esta noche. En la bajada de la calle llegamos a una plaza donde un restaurante la ocupa por completo con su terraza. Uhm... el nombre me resulta familiar...
El restaurante se llama Balbi y es una de las recomendaciones que tenia apuntadas, jejeje. Decidimos probar suerte, a ver si podemos cenar aquí.
La camarera nos dice que en 10 minutos tendrán una mesa libre y que si queremos esperar, podemos hacerlo sentándonos en unas bancos laterales tomando algo.
No sabemos si hemos entendido correctamente, pero donde la camarera nos ha señalado amablemente, se encuentra una pareja sentada y educadamente pedimos sentarnos también.
Resulta ser un matrimonio húngaro que lleva 15 días de viaje por Croacia, y esta es su última noche antes de volver. Lo cierto es que nos han amenizado mucho la espera, jejejeje....
Estamos en la costa y no lo vamos a desaprovechar. Pedimos mejillones, mas un plato de calamares y pescado con ensalada.
Por supuesto, tenemos que probar la cerveza local.
El menú han sido unos 53€, dentro de los precios habituales de la costa croata.
Aprovechamos nuestro ultimo día para irnos a la playa, de nuevo a la playa de Porton Biondi, pero esta vez cogemos primeria línea en la cala mediana.
Ayer al final se juntó mucha gente y eso agobiaba un poco. Hoy os domingo, el calor aprieta, y aunque hemos sido bastante madrugadores, la gente empieza a llegar y a ocupar la cala, sin respetar demasiado las distancias o a los que hemos llegado antes... en fin, nada diferente de cualquier playa en España.
Decidimos comer y volver a Zagreb con la esperanza de no encontrar demasiada retención en la autopista.
Junto con Pula, creo que Rovinj es una de las ciudades mas bonitas de la costa, por la diferencia arquitectónica.
Es cierto que toda la costa croata, y la eslovena, estuvieron muchos años bajo el imperio veneciano, de ahí que sus ciudades sean tan parecidas, pero para mi Istria tiene algo especial, no se, quizás sea que porque soy del norte de España, me tire mas, jejejeje
Igualmente, cualquier punto de la costa croata que elijas te va a gustar. Espero que os haya gustado la estancia y que os animéis a conocer esta bonita ciudad.
Bego