domingo, 6 de agosto de 2023

BUDAPEST: FIN DE SEMANA EN HUNGRIA

 




Aprovechando nuestros últimos días por Osijek, y estando relativamente cerca, decidimos pasar el fin de semana en Budapest.

Hace 14 años que yo lo visité, en 2009 concretamente, pero es de esas ciudades que merece la pena repetir.

Desde Osijek son unas 3 horas en coche (3 horas y media desde Zagreb) y gran parte es autopista. Recuerda que en Hungría tienen viñeta, por lo que, bien puedes comprarla por internet con anterioridad (para ello debes saber la matrícula del vehículo) o una vez que pases la “frontera” en cualquier gasolinera.

Esta vez he comprado la e-vignete directamente en la web de las autopistas húngaras. Lo mínimo son 10 días y cuesta alrededor de 21€ (5.856 ft) (www.en.autovignet.hu). Solo Zagreb - Osijek por viaje son 16€, así que no es muy cara. Tenéis otras alternativas para comprar la e-vignete, por lo que podéis comprobar precios.

Respecto al alojamiento, a mí me gusta reservar por Booking, porque tienes un montón de ofertas y, opción de cancelar. Después de varios cambios, y teniendo en cuenta que solo vamos a dormir, ya que veremos la ciudad en un solo día, he encontrado el Centric Lifestyle Apartments, situado en el centro, muy cerca de la Opera por 49€ (incluidos impuestos locales) Para ser agosto, creo que es muy buen precio. Es un apartamento básico, con una cama doble y una individual y muy limpio.

Curioseando por internet, he visto que el parking del National Museum tiene los mejores precios y aceptan tarjeta, muy importante. Lo parkings alrededor de nuestro alojamiento ofertaban el ticket diario entre 15.000 y 18.000 ft.

También se puede aparcar en la calle, sábado y domingos es gratis y también nos enteramos de que el resto de la semana, a partir de las 6 de la tarde no se paga. Siendo una zona tan céntrica, no creía que fuese fácil, pero por suerte nosotros aparcamos en la calle. Si no queréis complicaros la vida con el cambio y aparcar en la calle, podéis usar la app EasyPark, que os permite pagar online y sin preocupaciones.

Os prometo que nadie me paga publicidad, jajajajaja, pero cuando las cosas funcionan bien, no lo voy a esconder.

Madrugamos y llegamos a Budapest sobre las 10 de la mañana. Como no podemos hacer el checking hasta las 14:00 y la previsión para hoy es de lluvia, aparcamos lo más cerca posible del Palacio de Buda.

A pesar de que durante toda la semana ha hecho sol, llegamos a Budapest con el cielo encapotado. El mes de julio terminó con tormentas y una bajada considerable de las temperaturas y parece que agosto va a ser igual. Por suerte no está lloviendo, pero el bochorno se nota.

Cerca del aparcamiento hay un ascensor o unas escaleras que nos lleva a la zona del Palacio. Hasta el momento no se veía mucho tráfico o gente en la ciudad, pero veo que estaban todos aquí jejeje… La zona está en obras, y el Palacio y edificios aledaños en reconstrucción. Pero para mí, lo mejor de esta zona son las vistas de la ciudad.








Poco a poco nos vamos integrando con el resto de los turistas y pacientemente tomamos nuestras fotos de las vistas y del edificio. 









Sin olvidar sus patios interiores...










También se puede visitar el laberinto del Palacio de Buda. Se supone que estas galerías se han ido formando a través de los años debido a las corrientes naturales de aguas termales. Os dejo algunas fotos de mi viaje en 2009.








Desde aquí volvemos a la zona principal de Buda y callejeamos hasta el bastión de los Pescadores. En esta zona hay muchas tiendas de recuerdos y terrazas donde tomar algo.

Primero pasamos por la Iglesias de S. Matías en la Plaza Szentháromság, que también tiene partes en reconstrucción.






Hasta aquí puedes venir en autobús o cruzar el puente de las cadenas y tomar el funicular.








Para acceder a la terraza del bastión tienes que pagar entrada, pero hay una zona gratis desde las que puedes tomar fotos de las vistas.





Cogemos el coche y cruzamos a Pest. Llegar al hotel es bastante fácil, el tráfico es bastante fluido y por suerte aparcamos casi en la puerta. Justo delante hay una terraza de un local alternativo y nos sentamos para tomar algo y confirmar que hoy sábado no se paga aparcamiento. Las chicas son muy amables y aprovechamos también para almorzar. The Garden Studio & Café, restaurante vegano y tienda de ropa alternativa.







El hotel está a 2 minutos de la Ópera, así que aprovechamos para hacer unas fotos. El edificio se puede visitar por dentro (https://www.opera.hu/). Esto yo lo tenía tachado del 2009 también, jejeje.





Desde aquí vamos a la Gran Sinagoga que está a unos 15 minutos caminando. La vemos solo por fuera, puesto que hoy sábado está cerrada. La entrada son 25€, yo la visite en mi anterior viaje, y creo que es un precio un poco alto. Tampoco me convenció la visita guiada.

Otra opción es visitar la sinagoga de la calle Rumbach. Está cerca de la gran sinagoga y he visto que puedes comprar las entradas de ambas en la misma web. La visita cuesta 7 € y su interior es muy parecido a la Gran Sinagoga.






Cerca de la Sinagoga está el Mercado Central que todavía está abierto, así que aprovechamos para una visita rápida. Por dentro... 







y por fuera...





Al lado del mercado se encuentra el puente de la Libertad, puente del S.XIX, decorado con 4 esculturas de Turul y un escudo de armas.








Y en la orilla de enfrente, el Balneario Gellért. En España lo conocimos por aquel famoso anuncio de los "cuerpos danone". A la derecha del puente, también en la otra orilla se divisa la colina con la ciudadella de Budapest.






Desde aquí toca volver hacia el centro. Para ir al parlamento nos vamos por el paseo del rio para ver el Puente de las cadenas, también del S. XIX y el mas emblemático de la ciudad. 







Por la noche se ilumina y eso lo hace mas espectacular.






Antes de llegar al Parlamento, si continuas por el río, te encontrarás con  los zapatos en la orilla del Danubio, monumento para honrar a los judíos masacrados por los milicianos húngaros fascistas pertenecientes al Partido de la Cruz Flechada en Budapest durante la Segunda Guerra Mundial. Se les ordenó que se quitaran los zapatos (los zapatos eran valiosos y podían ser robados y revendidos por los milicianos tras la masacre), y fueron fusilados al borde del agua para que sus cuerpos cayeran al río y fueran arrastrados. El monumento conmemorativo representa sus zapatos abandonados en la orilla.








Para visitar el Parlamento, puedes comprar las entradas directamente en la web, unos 15€. https://www.parlament.hu/web/visitors. No os preocupéis que con el traductor podéis seguir los pasos sin problema, eso sí, por horarios me toca meterme en un grupo de italianos. El grupo en ingles era demasiado temprano y algo entenderemos en italiano. Intenté comprar las entradas en algún otro portal y te pedían entre 20 y 25€. Aquí si había tickets para más horas y para grupos en inglés o español, pero me parece un abuso.











Hace un rato que ha salido el sol y hace mucho calor, así que decidimos ir al hotel a descansar un poco. De camino vemos por fuera a la Basílica de San Esteban. Para visitarla tienes dos tipos de pase 5,34€ entrada a la basílica y 8,40€ subir a las terrazas (12€ las dos juntas).











Una vez duchados y después de descansar un poco, nos preparamos para salir a cenar.

He reservado en un pequeño bistró cerca del hotel y para que no decaiga el ánimo y no nos dé bajón antes de las 21:00, he reservado un crucero de 70 minutos por el Danubio por 10€/persona. Aquí sí que he acudido a un portal de reservas de viajes, porque era más fácil y mejores precios. El paseo es a las 18:30.





Llegamos sobre las 18:00 al punto de encuentro y sorprendentemente, nos dejan subir al crucero casi sin mirar los billetes. No entiendo muy bien los horarios, puesto que las chicas de delante me dicen que tienen reserva para las 18:00 y regresamos a puerto a las 19:00. Tampoco veo espacio para otro barco. De todos modos, nosotros lo hemos pagado, así que lo mismo da las 18:00 que las 18:30...



Por suerte, es en este momento cuando decide ponerse a llover, y no poco precisamente. El barco tiene un toldo, así que si problema.


















Con el viaje viene incluida una bebida, por lo que a mitad de trayecto vamos a por ella.






Salimos del crucero y decidimos dar un paseo antes de la cena y comenzamos a callejear. Reservé en el Retek Bisztró (Nádor ul, 5), un pequeño restaurante de comida típica húngara con un punto moderno y que recomendaban en varias webs. Y la verdad es que no estaban equivocadas.







La comida excelente (goulash y pierna de pato), el ambiente genial amenizado por un pianista, y el local pequeño y acogedor hizo la velada muy agradable.






A la salida del hotel, nos esperaba una fuerte tormenta, pero eso ya nos daba igual. Por suerte solo fueron 10 minutos hasta el hotel, así que llegamos rápido y pudimos ya por fin descansar de todo el día.

El domingo decidimos desayunar en el Muvész Coffee House (artistic café) muy cerca del hotel y de la Ópera.








La verdad es que la carta es muy amplia, tienes un montón de dulces, croissants, sándwiches…. Nosotros optamos por un british breakfast, que era el más completo y nos mantendría tranquilos las 3 horas de viaje que nos esperaban.

En un día no da tiempo a hacer todo lo que me gustaría, pero si tienes tiempo, no olvides visitar alguno de sus famosos balnearios (fotos 2009) que están abiertos en cualquier época del año...








Una escapada breve pero intensa, que hemos disfrutado al máximo.

 

Bego