Llevábamos un tiempo queriendo
visitar esta ciudad de Serbia a 2 horas de Osijek, pero nunca encontrábamos el
momento oportuno, así que antes de terminar 2022 nos hicimos una escapada de 1 día.
La ciudad esta dividida por el
hermoso Danubio y podríamos decir que diferencia perfectamente las dos zonas a visitar.
Por un lado, la majestuosa fortaleza
de Petrovaradin (S. XVII-XVIII) con su emblemática torre del reloj y una red de
túneles. Al otro lado del río, el barrio antiguo (Stari Grad) con sus iglesias
y sus hermosas calles.
Llegamos temprano y vamos
directos a la fortaleza.
Primero la rodeamos y disfrutamos de sus hermosas vistas y ya un poco congelados, nos metemos en el museo.
Se dice que esta fortaleza
alberga en sus entrañas hasta cinco pisos de pasadizos que no se pueden visitar
sin guía, puesto que hay plantas a oscuras y sin señal de teléfono. Nosotros
preguntamos por la visita, pero debe haber al menos 10 personas interesadas.
Nosotros no llegábamos al cupo, pero se puede visitar una primera galería, que
al menos te deja ver como son los pasadizos. No he podido subir todo el video, porque pesa demasiado para esta plataforma, pero os podéis hacer una idea...
Una vez terminada la visita aquí,
cruzamos el rio a la parte antigua. Hemos aparcado en el mercado que da a una
de las entradas de la calle principal de Stari Grad. Yo ahora tengo una aplicación
en el móvil que se llama easypark y que te soluciona mucho el llegar a
una ciudad en la cual no tienes ni la moneda. En ese momento, nos tuvimos que
apañar de otra manera, así que si necesitas aparcar en la calle, en los quioscos
venden los cartones para pagar el parking.
Comenzamos a callejear sin rumbo
aparente, rodeando la zona vieja hasta llegar a la catedral o Iglesia del
nombre de Maria. En realidad, no es catedral, pero es la iglesia mas grande de
la ciudad y es de culto católico.
En frente, al otro lado de la
plaza, el ayuntamiento neorrenacentista.
Ya por las horas toca comer y eso
nos va a costar un poco. No por el precio de los menús, Serbia es mucho mas
barato que Croacia, sino porque todos los restaurantes piden cash y nosotros no
teníamos intención de cambiar dinero en esta corta visita.
Al final, después de buscar un rato,
encontramos un café-restaurante muy mono donde podíamos pagar con tarjeta. La
comida esta muy buena, pero uno de los problemas es que en este país no está
prohibido fumar en ningún sitio, y para los que ya estamos acostumbrados a
comer sin humos, puede ser un gran coñazo.
Después del almuerzo, nosotros
damos por concluida la visita, pero sin duda nos quedamos con ganas de volver.
Y eso, sucederá muy pronto…