El otoño de 2021 aprovechamos que
las restricciones por el covid estaban mas relajadas, decidimos visitar el
famoso Dubrovnik. Desde Osijek son unas 8 horas de viaje, y la propuesta era
cruzar Bosnia para aprovechas el viaje y visitar las ciudades más conocidas del
país vecino.
Por temas de trabajo, yo volé
desde Zagreb a Sarajevo y allí me reuní con mi grupo que ya había pasado la
noche en la capital.
Desde Sarajevo a Mostar son unas
2 horas y media de coche. Desde a capital ya no hay autopista y tenemos que
viajar por carretera. En realidad, solo son 130km, pero las infraestructuras,
al igual que en Croacia no son muy buenas, y además nos han aconsejado conducir
con precaución, puesto que es habitual que la policía bosnia aprovece para
multar a los turistas por infracciones… “no muy demostrables”.
Llegamos a Mostar por la
tarde, ya de noche (aquí anochece 1 hora y media antes que en España que es lo
que peor llevamos en invierno) y encontramos nuestros apartamentos sin
problema. Hemos escogido unos apartamentos a las afueras, puesto que, al ir con
coche, no necesitamos estar en el centro de la ciudad.
Los que seáis de mi generación o
mas mayores, os acordareis de la terrible guerra de los Balcanes, y Mostrar fue
reconstruido por los cascos azules españoles, por lo que siempre aparecía en
las noticias.
La llegada al centro de la ciudad
fue fácil y rápida y pudimos aparcar sin problema. Estamos en el mes de octubre
y no hay prácticamente turismo.
Nos adentramos a la parte
antigua, hacia el emblemático de Stari Most, un puente medieval de un
solo arco que fue reconstruido después de la guerra, y que cruza el rio
Neretva.
Las callejuelas alrededor están
repletas de tiendas y puestos por las que llegas al Puente Viejo. Una estrecha
escalinata lleva al alminar de Koski Mehmed-Pasha, desde donde es posible
disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad.
Caminando por la zona vieja
llegamos a la parte mas nueva, donde se encuentra la Plaza de España, en honor
a la ayuda que recibieron de nuestros cascos azules.
Ya de regreso, buscando donde
comer, terminamos en un pequeño restaurante de carnes. Al principio no nos
llamaba mucho la atención, hasta que el camarero nos insistió en que fuésemos a
ver la terraza…
Con esta maravilla de vista, como
no nos íbamos a quedar!!! A pesar de que es octubre y ya hace frio, aunque no
demasiado para estas fechas, no acogemos a las mantitas, y decimos quedarnos a
cenar fuera.
Lo cierto es que la ciudad parece
un cuento, con sus calles empedradas y sus puentes…
A la mañana siguiente, nos
levantamos temprano y aprovechamos para volver a la ciudad antigua ya de día y
hacer algunas compras antes de seguir camino.
No queremos salir muy tarde,
puesto que tenemos otras 2 horas y medio de camino hacia Dubrovnik y tenemos
que cruzar la frontera. Bosnia y Herzegovina no pertenece a la UE, por lo que
tenemos que hacer parada antes de volver a cruzar a Croacia.
Por suerte no hay demasiada cola
y cruzamos rápido y sin problemas. Llegamos a Dubrovnik un poco antes de la
hora de comer.
Dubrovnik esta situada al
nivel del mar, pero los accesos a su parte amurallada están en una colina.
Hemos cogido unos apartamentos en el centro de la ciudad antigua muy bien de
precio, aprovechando que es temporada baja y que aun no hay mucho turismo
debido al covid.
Mi primera impresión fue un poco
agobiante, tienes que dejar el coche en un parking a las afueras de la muralla
y no es que haya demasiados. Por suerte encontramos sitio en el segundo, no
lejos del acceso a la ciudad.
Menos mal que era un viaje corto
y solo llevamos maleta de mano, pero no ha sido fácil bajar la interminable
escalinata que lleva a la calle principal. Lo peor es que mañana habrá que
subirla!!!!
Una vez ya en la calle principal,
buscamos nuestro alojamiento y soltamos las maletas antes de paseas y buscar
donde comer.
Mi primera impresión de Dubrovnik
es que me recuerda mucho a las ciudades de Italia. Piedra blanca y
perfectamente pulida, mas iglesias que casas y calles perfectamente conectadas.
Una vez el estomago lleno, ya nos
adentramos a visitar la ciudad con detenimiento y dejamos la visita de sus
murallas para el día siguiente.
Por la mañana cogemos las
entradas para la visita de las murallas, que incluye también la ciudadela de Lovrijenac,
que está a las afueras de la muralla.
Después de haber visitado la
ciudad ayer, las vistas desde la muralla la hacen totalmente diferente, y no
podemos dejar de hacer fotos desde todos los ángulos. A pesar de que estamos a
mediados de octubre, el clima es maravilloso y hasta sobra el abrigo…
Llegamos a la ciudadela y las
vistas desde la ciudad son maravillosas, con esa agua azul y limpio…
Mas de uno habrá identificado
escenas de la famosa serie “Games of Thrones”, jejejeje. Yo como no la he
visto, no os puedo comentar nada. Eso sí, la ciudad esta llena de tiendas
oficiales del merchandising de la serie.
Después de visitar la ciudad
desde las alturas, continuamos viaje esta vez a Sarajevo. Esta vez serán 4
horas y media por carreteras estrechas y llenas de curvas que ya nos han
adelantado.
Conseguimos cruzar rápido la frontera de nuevo a Bosnia y a una hora decidimos hacer una parada para comer en el merendero de un pantano precioso que nos hemos topado.
Al contrario que en Dubrovnik,
aquí ya hace un frio que pela, y no sobra el abrigo, mas bien necesitamos uno
un poco mas gordo!!! Un viento helado no nos deja comer con la tranquilidad que
nos gustaría.
Continuamos viaje por unas vistas
cambiantes. Llanuras, tramos de carretera por un cañón entre montañas gigantes,
momentos que pensarías que estas en Austria o Suiza, vamos que aburrido no es…
Por fin llegamos a Sarajevo
ya cuando empieza a anochecer. Estamos en una gran ciudad y es horario de
atascos para entrar. Llegamos a nuestros apartamentos cerca del barrio musulmán
y aparcamos muy cerca.
Dicen los croatas que el barrio
de Bascarsija es la pequeña Estambul… No me gusta mucho comparar ciudades, pero
esta claro que no han estado en Estambul en su vida, jajajaja. Es un barrio
hermoso, pintoresco, pero muy pequeño…
Si de camino hacia frio, en
Sarajevo debemos estar a 0 grados, porque el aire este congelado y los pequeños
plumíferos que vestimos, se nos quedan escasos para hacer la visita.
Visitamos los principales monumentos de la ciudad, incluido el puente latino, donde asesinaron a los archiduques de Austria, y que provoco el estallido de la Primera Guerra Mundial.
En realidad, el asesinato fue en la esquina que enfila al puente y
donde esta aparcado la réplica del vehículo en que supuestamente iban montados.
Ya de mañana, damos una pequeña
vuelta ya de día por lo que visitamos anoche, pero el frio es increíble, así
que recogemos nuestras cosas y nos volvemos de camino a Osijek.
En 4 horas llegaremos a casa
después de esta maravillosa experiencia…
Hasta pronto
Bego