sábado, 31 de julio de 2021

HUNGRIA: SIKLÓS Y PÉCS

 



Por fin hemos conseguido nuestros pasaportes covid y eso nos permite salir por primera vez de Croacia y cruzar una de las fronteras próximas a Osijek.

Llevamos un tiempo planeando que ver por los alrededores y hemos decidido empezar por la vecina Hungría, que siendo de la UE y dadas las circunstancias, nos parece lo más seguro.

Esta excursión será de un solo día y nos levantamos temprano con la intención de no encontrar mucho lio en la frontera. Recordad que, aunque Croacia esta en la UE, todavía no comparte ni moneda ni espacio Schengen, por lo que nos toca enseñar pasaportes o DNI.

Nuestra primera parada será la ciudad de Siklós, a una hora de Osijek, pero nos vamos por carretera en vez de por la autopista, puesto que nos han dicho que este paso fronterizo es más pequeño y rápido.

Siklós es la cuarta ciudad más grande del condado de Baranya en Hungría y es famosa por su espectacular castillo del S.XIII.






Lo mas interesante en visitar su interior. Este castillo es un museo de la costumbres, donde se puede ver ropajes típicos de la zona, ropas y utensilios de la guerra y en su parte inferior tienes las antiguas cámaras de tortura con multitud de utensilios de tortura. Me abstengo de subir ese tipo de fotos... También venden vino, puesto que esta zona es vinícola. No probé ninguno en esta ocasión, pero teniendo en cuenta que viene de la misma zona vinícola que Osijek... yo no soy muy fan de estos caldos...






Visitado el castillo, decidimos dar un pequeño paseo por el pueblo. Tampoco es que sea muy grande, pero aprovechamos para aprovisionar algo y hacer un pequeño tentempié. 




De aquí nos vamos a la ciudad de Pécs, que esta a unos 30 minutos por carretera. Esta es una ciudad bastante mas grande que Osijek, mas de 150.000 habitantes y una de las mas grandes de Hungría también. Tiene los mejores ejemplos de arte otomano, construidos durante la ocupación turca (1543-1686). Entre los lugares de interés turístico destacan la catedral, la mezquita de Gazi Kasim Pasha y el Museo Arqueológico.

 


Comenzamos por la Basílica de San Pedro (neorrománica - siglo XIX) que es la catedral de la ciudad, y es uno de los lugares destacados que visitar en Pécs. Por fuera parece muy sencilla, pero llaman la atención sus cuatro torres y la puerta grabada con motivos de hojas de parra.








Destaca de su interior el pan de oro que cubre los techos de la nave principal y de los sótanos. Totalmente opuesto a lo que nos muestra su exterior. 








Nosotros aprovechamos para subir a una de las torres y contemplar las vistas de la ciudad. Son unas escaleras de madera empinadas y estrechas, así que tomáoslo con calma si os decidís a subir. 







Las vistas son maravillosas y con ese fresquito que entre por las torres, merece la pena el esfuerzo...








Desde la catedral nos dirigimos a la Plaza de Pécs (Szechenyi Ter) que es donde empieza un hermoso boulevard con diversidad de cafés, restaurantes y tiendas.







En la catedral nosotros aprovechamos para comprar la entrada conjunta con la Mezquita de Gazi Kasim Pasha, por lo que antes de curiosear, hacemos una parada para visitarla.








Esta mezquita es el emblema de la ciudad y el edificio otomano más importante de Pécs. Aunque actualmente es la Iglesia Parroquial de la ciudad durante la ocupación otomana fue una mezquita. Lo que más llama la atención es su enorme cúpula verde y que no tiene minarete, ya que fue derribado y se sustituyó por un campanario. En su interior alberga una cripta donde descansan los restos de personajes ilustres de Pécs y las reliquias de seis santos. No me pareció adecuado sacar fotos en la cripta.



 

Terminada ya la visita de las zonas más emblemáticas de la ciudad (no es que las hayamos visto todas) y puesto que ya se acerca la hora de comer, decidimos descansar y sentarnos en una terraza a tomar algo y a pensar como matar el hambre.






Este verano esta haciendo mucho calor y esto provoca que a principios de la tarde se formen fuertes tormentas con viento y lluvia que hacen volar todo lo que encuentran a su paso. Por supuesto hoy no nos vamos a librar, así que, vistos los nubarrones que comienzan a oscurecer el cielo, decidimos quedarnos aquí también a comer. Por suerte hay sitio en el interior y podemos esperar a que pase la lluvia.

Para terminar el día, continuamos un rato paseando por los alrededores de la plaza de Pécs, pero es sábado por la tarde, y en esta parte de Europa no es habitual que las tiendas estén abiertas a estas horas, por lo que no podemos entrar ni a comprar un recuerdo de esta visita. Pasamos por delante de la Sinagoga, también edificio emblemático de la ciudad, pero no entramos.






Decidimos terminar el día y volver de nuevo a Osijek, 1 hora y media de coche que aun nos queda por recorrer. Pasamos la frontera en el mismo punto y sin demasiado tráfico, por lo que pronto llegamos a nuestro destino.

Es habitual por estas carreteras encontrar animales salvajes como halcones, pequeños cervatillos, conejos o jabalíes. Por desgracia, un faisán ha decidido chocar con nosotros...

Termina el día de nuevo en casa. Por fin algo diferente después de tantos días de prohibiciones. Será esta la primera de un montón de escapadas por los alrededores...

 




CROACIA: COSTA DEL ADRIATICO (1ª Parte)

 

MAKARSKA

 Continuando con mis experiencias de estos dos últimos años, voy a dedicar este post a mi experiencia en la costa.

Al igual que en España, en 2020 todavía estaba en auge el covid, y no me atreví a veranear en la turística costa croata.

En 2021 aprovechando que tenia un viaje de trabajo, me instale en la costa de Makarska que, los croatas con los que yo interactuó, me habían aconsejado. Según compañeros de trabajo y amigos de Osijek, es la mejor parte de la costa del País.

Por logística me instale en el pueblo de Gradac, al principio o al final de la zona de Markarska, dependiendo en qué dirección nos movamos.



Me aloje en un pequeño hotel apartamento con piscina, a pocos metros del mar y bastante transitado por bosnios. Esta zona queda muy cerca de la frontera con Herzegovina.




Estuve 4 noches y fue una estancia muy apacible. La playa es bastante estrecha y como la mayoría en la costa croata, no tiene arena, sino piedras. Para entrar al agua es imprescindible usar escarpines o sandalias, porque las rocas son enormes y dificultan bastante el caminar con el pequeño oleaje. El hotel estaba en la parte alta, por lo que al anochecer podías disfrutar de la piscina y de las vistas de la playa.


Para mi el mayor reclamo fue poder comer durante una semana pescado. En Croacia a diferencia de España es difícil encontrar buen pescado si no estas en la costa. Obviamente en los supermercados de Osijek puedes encontrarlo “fresco” o congelado, pero yo que vengo de Galicia, pues soy un poquito exquisita para el pescado, jajajaja. En el interior priorizan la carne, principalmente de cerdo, y las comidas son pesadas y con bastante grasa. También les encanta el pescado de rio, que a mi… no me gusta demasiado.

Yo escogí este pueblo por cercanía a mi trabajo, pero el área de Makarska esta lleno de pueblecitos desde Herzegovina a Split. Su carretera de la costa es una maravilla y si tienes tiempo, es una buena opción el recorrerla. También tienes la proximidad de islas como la de Korčula, que dicen que es de las mas bonitas del país. 




Para mi unos días de relax y calma sin buscar demasiada aventura, pero en esta zona, mas cerca de Split, hay opciones de fiesta si es lo que también te apetece.

Hasta pronto

Bego