Fue por el año 2009 que una
jovencita inquieta de conocimiento se embarco en una de las aventuras que mas
le marcarían en su vida. A día de hoy, me considero una privilegiada por haber
podido conocer una Siria, que por desgracia, nunca más se podrá ver.
Durante 16 días visitamos
intensamente Siria, desde Damasco a Mari
a 15 km con la frontera de Iraq (en guerra por aquella época), pasando por Aleppo,
el Crack de los Caballeros y multitud de maravillas. También cruzamos la
frontera a Líbano para conocer la fastuosa Baalbek y sus ruinas romanas.
Terminamos el viaje conociendo las maravillas de Jordania, Petra, Wadi Rum y el
mar muerto…
En estos post, no pretendo contar
el viaje con detalle para otros viajeros, sino retener en mi memoria y en la
vuestra, los viajes que han llenado mi curiosidad en otra etapa de mi vida… ¡¡¡Empezamos!!!!
DÍA 1: Amman (Jordania)
Nuestro viaje comienza en dos
puntos casi opuestos de España, tres viajeros desde A Coruña y yo desde
Alicante con un primer punto de encuentro en Madrid. Y digo primer punto de
encuentro, porque sin nosotros quererlo, nos tocara volver a separarnos…
Como el final del viaje será en
Jordania y puesto que si no pasas más de 24 horas en el país, no tienes que
pagar visa en la frontera, decidimos volar a Amman y cruzar a Siria al día
siguiente, para no tener que pagar más por los billetes al ser la ida y la
vuelta distintas ciudades.
Nuestra idea es hacer noche en la
capital de Jordania y cruzar dirección a Damasco por la mañana.
Hemos comprado los billetes con
Air Jordania y desde Alicante, aunque al principio parece complicado, consigo
los billetes Alicante-Madrid y Madrid-Amman (ya sabemos lo que ocurre luego con
los overbooking), pero desde A Coruña no es posible sacar el billete del
segundo trayecto.
Optimistas llegamos a Madrid
pensando que sacar la tarjeta de embarque será un mero trámite, pero cuál es
nuestra sorpresa cuando nos comunican el temido overbooking. ¿Quizás sea porque
volamos un viernes, día festivo para los países árabes? O quizás que nuestro
viaje deba ser una aventura desde el primer día jejejejeje
Finalmente, tenemos que hacer una
partición, puesto que solo hay dos asientos libres y son tres los que no tienen
billete, por lo que optamos por viajar 2 y poder dormir confortablemente en el
hotel de Amman y los otros 2 viajaran de madrugada y los recogeremos en el
aeropuerto antes de cruzar la frontera.
Pensaréis que la pareja que ganó
fue la que durmió en el hotel esa noche… pero ¿estáis seguros? Afortunadamente,
Air Jordania les dio pases VIP para que su espera fuese lo más confortable
posible y en el avión de madrugada iban solo 12 personas, jajajaja. Ellos no
tuvieron que compartir vuelo con un niño de 10 años que no dejaba de levantarse
y molestar y que se negaba a sentarse en el asiento del pasillo…
A la hora indicada estábamos en
el aeropuerto para recoger a nuestros amigos y directamente nos dirigimos a la
frontera para cruzar a Siria y dirigirnos a Damasco, nuestra primera parada en
el camino.
DÍA 2: Damasco
Hay muchas formas de visitar el
país, pero la más cómoda es contratar un transporte con conductor y guía
particulares para el viaje. De este modo, no solo puedes realizar la ruta a tu
gusto, sino que no tienes que preocuparte de transportes o de horarios.
Desde Amman a la frontera es solo
una furgoneta con conductor, pero en la frontera ya nos está esperando el que
será nuestro mejor amigo los próximos 10 días, Muhin.
Aprovechamos el trayecto para
descansar un poco y contar las anécdotas del accidentado viaje y casi sin
darnos cuenta, estamos en Damasco.
Nos alojamos en el barrio
cristiano en una casa antigua con un precioso patio interior. La calle es muy
estrecha y el vehículo nos tiene que dejar en una pequeña plaza a dos minutos
del hotel. La calle está llena de gente y el ruido es ensordecedor. De camino
al hotel pasamos por numerosos restaurantes en lo que podemos observar una gran
variedad de platos típicos que parecen muy apetitosos.
Pero lo primero es hacer el checking y liberarnos de las pesadas maletas. Ya tendremos tiempo para curiosear el hotel en otro momento.
Rápidamente nos reunimos con Muhin para iniciar una visita al antiguo cardo romano y a la muralla que rodea la parte más antigua de la ciudad. Nuestra primera parada es la Capilla de San Ananias, en la ciudad vieja de Damasco. La capilla es una cripta de dos habitaciones que se encuentra a 2 pisos por debajo de la acera.
Rodeamos la muralla esta vez para visitar el punto del que supuestamente por la Biblia, Pablo ( ya convertido al cristianismo), descendió con una cesta para poder escapara de los romanos.
Muhin nos dice que debemos volver
a la zona interior de la ciudad y nos propone cruzar por un descampado para no
tener que rodear toda la muralla. La verdad es que hace mucho calor y aunque
con nuestra mentalidad española no lo vemos muy seguro, nuestro guía nos dice
que no tengamos miedo y que acortaremos el camino.
Pasamos por el descampado, y a la
puerta de una casa se encuentra un anciano con la típica Kufiyya o pañuelo
palestino. Uno de mis amigos le pide hacer una foto, lo cual me parece de muy
mal gusto tratar a este señor como si fuese un alienígena, pero cuál es mi
sorpresa al ver que no solo se siente feliz por posar para nosotros, sino que
además nos ofrece entrar en su casa para así poder cruzar directamente a la
calle que queremos visitar.
La casa es muy humilde y oscura,
pero nos sentimos muy felices de que nos hayan invitado sin conocernos de nada.
Antes de cruzar insisten en que tomemos un café con ellos. Avisa a su mujer y a
sus hijos y nietos y sin darnos cuenta, estamos participando de una reunión
familiar, jejejeje.
Nos hace gracia porque al decirle
que somos españoles nos dice que siguen la liga de futbol y que le gustan mucho
los equipos del Deportivo de A Coruña y el Celta de Vigo…¿en serio? ¿es
casualidad o tanto se nos nota que somos gallegos? Jajajaja
Muhin hace de traductor y por él
nos enteramos de que este señor es de origen palestino, de ahí la kufiyya. Que
de joven lucho en la guerra contra Israel y que luego tuvo que huir del país y
se refugió en Siria. Nos hablo sobre el conflicto y nos pidió que contásemos a
nuestros amigos como Israel estaba oprimiendo a Palestina, para que la gente
conociese los problemas. Nosotros le comentamos que conocíamos bien las
noticias y que en Europa mucha gente apoya y se preocupa por los palestinos.
Después del café y de la
agradable charla salimos a la calle y Muhin nos explica que estamos en el
barrio judío de la ciudad. También nos explica que después de la primera guerra
mundial, cuando se crea el estado de Israel, muchos judíos asentados en Siria
se fueron a la nueva patria, dejando sus casas vacías. Con la guerra contra
Palestina, cuando los israelíes se adueñaron de las viviendas de los palestinos
que vivían en Jerusalén y en Gaza, los palestinos que tuvieron que escapar al
país vecino, ocuparon sus casas en Damasco en represalia.
La visita continua por el zoco de Damasco donde encontramos tiendas con multitud
de productos. Empiezan a sonarme las tripas, así que no me puedo contener a
comprarme unos pistachos ( los de esta zona son de los mejores).
Continuamos la visita por la multitud de palacios que tiene la ciudad.
Y la famosa Mezquita Omeya de Damasco. Es la mezquita más importante en
Damasco y una de las más antiguas y grandes del mundo.
En el interior poca decoración, una alfombra roja y un cordón que separa
el sitio de los hombres y el de las mujeres a la hora del rezo.
El patio de la mezquita está lleno de familias que vienen con sus hijos a
socializar y jóvenes que vienen a ligar también. Las mezquitas Omeyas no se
caracterizan por lujos en sus construcciones, pero todo el entorno esta
perfectamente cuidado y limpio.
Damos por terminadas las visitas del día y nos regresamos al hotel a
asearnos un poco puesto que tenemos una visita muy especial. Nuestro tour
operador viene a invitarnos a cenar y a hablarnos sobre lo que visitaremos estos
próximos días. Aunque el itinerario esta cerrado desde España (nosotros lo
elegimos), nunca esta de mas que nos cuenta alguno que otro detalle que se nos
pueda haber escapado. Y por si fuese poco, nos agasaja con una botella de vino
blanco, ¿Dónde nos la beberemos? …
DÍA 3: La antigua Palmyra
Desde Damasco al desierto de Palmyra
nos toca recorrer unos 247 km, algo mas de 3 horas. Hacemos el viaje del tirón
y de regreso a Damasco, haremos una serie de paradas.
El viaje es tedioso y estamos un
poco “acojonados” porque no estamos acostumbrados a la manera de conducir de
los sirios.
De camino haremos una parada en
el famoso “Café Bagdad” que no ofrece mucho mas que la foto con su cartel.
Ya en Palmira, nos dirigimos al
antiguo cardo romano. Nos alojamos en el hotel Zenobia Cham Palace, que esta a
los pies de las ruinas. No es aconsejable dormir en el pueblo, puesto que las
infraestructuras no son las mejores y los hoteles son bastante cutres.
Antes de visitar el cardo,
visitamos el templo de Bel, Torre Tumba de Elahbel y las conocidas como “tumbas
de los tres hermanos”.
Luego ya pasamos al cardo, bien
protegidos con gorras porque el sol aprieta bastante a estas horas. El Ninfeo,
el Arco del Triunfo, los baños, el teatro y el Ágora.
Terminado el paseo comemos en el
hotel, y al ser un hotel internacional, nuestra sorpresa es que encontramos
cerveza turca y otras marcas internacionales. Así que, con estas vistas, y este
calor, quien se puede resistir a este disfrute.
Ya al atardecer, nos vamos a las
ruinas del castillo. Desde aquí hay unas vistas impresionantes de la antigua
ciudad nabatea de Palmyra.Y es con estas vistas que decidimos tomarnos esa botella de vino...
Por la noche, nos acercamos a la
moderna Palmyra para cenar y hacer las típicas cosas que haría un turista,
básicamente el idiota…
De vuelta al hotel, hacemos una
parada en las ruinas para hacernos unas fotos de noche.
DÍA 4: Dura Europos – Mari- Deir Ezzor
Empezamos el día madrugando para
ver el amanecer en el cardo. No podíamos desaprovechar la oportunidad de
acercarnos a hacer las ultimas fotos antes de marcharnos.
Desde aquí emprendemos el regreso
hacia Damasco, parando en los lugares que hemos considerado más importantes.
Dura Europos, fue una antigua
ciudad de origen macedónico-griego fundada en el 300 a. C., asentada sobre restos
de una localidad semita. Está situada a mitad de camino entre Alepo y Bagdad, a
orillas del Éufrates, en un punto estratégico de varias importantes rutas
comerciales de la antigüedad.
Terminamos la visita en la ciudad
de Deir Ezzor con su famoso puente colgante.
Durante todo este viaje estamos siendo la atracción de mucha gente,
principalmente de los hombres, y no siempre nos hace sentirnos cómodas. Pero
cuando las fotos se piden con amabilidad, tampoco vamos a negarnos…
DÍA 5: Arrassafeh
- Al-Thawrah
Continuamos nuestro viaje en
paralelo al rio Éufrates y llegamos a las ruinas de la antigua ciudad de
Arrassafeh cerca de Raqqa. De esta ciudad antigua, aun se conservan las plantas
de algunos edificios, pero lo mejor conservado son sus cisternas.
De aquí nos dirigimos a comer a
la ciudad de Al-Thawrah. En este lugar hay una presa en el rio Éufrates que
forma el lago Assad. Después de varios días comiendo carne, por fin vamos a
poder comer pescado, aunque sea de rio.
Ya de noche, llegamos a la ciudad
de Aleppo y nos ponemos elegantes para dar un paseo por sus calles y buscar
donde cenar.
DÍA 6: Aleppo
Ya instalados en nuestro nuevo
hotel, disfrutamos de un buen desayuno para tener fuerzas y afrontar un nuevo
día.
Empezaos por el sitio
arqueológico más impresionante de Alepo el complejo religioso bizantino Qalaat
Samaan.
Construida a finales del 400, tenemos
la iglesia dedicada a San Simeón Estilita. Este religioso pasó casi cuarenta
años viviendo sobre un pilar de piedra, dedicándose a la observancia religiosa
y predicando a aquellos que lo visitó. Se dice que ponía una cadena alrededor
de su cuello, por si las fuerzas le fallaban, poder volver a subirse al pilar. El
sitio se convirtió en un importante lugar de peregrinación para los cristianos
de toda la región.
Al igual que en Damasco,
visitamos La Gran Mezquita de Alepo, Mezquita Omeya también. Es famosa por
albergar los restos del profeta Zacarías, padre de Juan Bautista.
Salimos de la mezquita en
dirección a la ciudad vieja de Aleppo y pasamos por el caravasar Khan al-Wazir.
Estos antiguos edificios son los precursores a los modernos hoteles, puesto que
se edificaban en los pasos de las largas caravanas y en los cuales los viajeros
podían dormir y reponerse junto a sus animales.
Desde aquí llegamos a la famosa Ciudadela de Aleppo donde hay unas grandes vistas de la ciudad.
Este palacio medieval localizado en el centro de la ciudad antigua de Aleppo, es considerado uno de los castillos más grandes y antiguos del mundo.
El día de hoy esta siendo
especialmente interesante, pero no solo de cultura vive el hombre y nosotros,
mortales, necesitamos comer. De la Ciudadela nos dirigimos a uno de los lugares
mas famosos de la ciudad, su zoco. Aquí encontramos toda variedad de artículos
muy interesantes, pero no nos lo podemos comprar todo.
Aprovechamos para cenar, pero
antes de irnos a dormir, tenemos una ultima visita, el Hotel Barón, el hotel
más antiguo de Siria y del cual se dice que era asiduo Lawrence de Arabia. Seguimos sin acostumbrarnos a la manera de conducir de aquí. De vuelta al hotel, tomar un taxi ha sido todavía mas aventura.
DÍA 7: Ebla, Serjilla y Al-bara
El día de hoy lo vamos a dedicar
a las antiguas ciudades fenicias. Nuestra primera parada la haremos en la
ciudad de Ebla, o mas bien, el lugar donde se encuentra enterrada. Esta ciudad
fue construida sobre el 3000 a.c., pero su apogeo fue entre el 2.350 y el 2.250
a.c. Aquí se encontraron las primeras tablillas con la escritura cuneiforme.
En el medio de la nada, o mas
bien de un bonito paisaje, encontramos las ruinas de Serjilla, uno de los yacimientos
mejor conservados de las llamadas "Aldeas antiguas del norte de Siria".
Y para terminar el día,
disfrutamos de las ruinas de Al-bara, otra de las conocidas como ciudades
muertas, construida en una importante ruta comercial entre Antioquía y Apamea.
Comemos a mitad de camino, en un
restaurante no muy apetitoso, pero el día de hoy esta un poco más complicado.
Esta noche dormiremos en la
ciudad de Hama, a la entrada del valle de Orontes, y famosa por sus ruedas de
molino.
DÍA 8: Aphamea y Ugarit
Hoy me he despertado no
sintiéndome muy bien. Ayer ya sentía el estomago muy pesado, y es que después
de 7 días comiendo con tanta especia, mi estomago ha dicho que pare un poquito.
No soy la única del grupo, pero por suerte yo he conseguido vomitar, lo cual me
ha aliviado un poco el malestar. Así que me toca cuidar un poco la alimentación
y tomar almax unos días.
Ayer por la noche no fui a
ver los molinos, por mi malestar, por lo que hemos vuelto por la mañana para hacernos unas fotos antes de dejar la ciudad. La verdad es que son impresionantes.
Seguimos ruta para ver ruinas y
nuestra primera parada es Aphamea. Situada en la margen derecha del río
Orontes, fue una antigua ciudad griega y romana. De ella se conserva
perfectamente el cardo de su época romana.
De aquí nos vamos a la montaña a
ver la Ciudadela de Saladino, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Junto al
Krak de los caballeros, esta fortaleza fue uno de los enclaves defensivos más
importantes de Siria.
Hoy dormimos cerca de la costa,
en la ciudad de Ugarit, ciudad portuaria, situada al norte de la costa
mediterránea.
DÍA 9: Krak de los Caballeros
Nos despertamos con animo y mi
estomago hoy está en perfectas condiciones. Hoy es uno de los días grandes, si
se puede decir después de todas estas experiencias, pero es que nos vamos a
visitar uno de los castillos cruzados más famosos, el Krak de los Caballeros.
Este gran castillo medieval, fue
la sede central de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en territorio
sirio durante la época de las cruzadas. Se trata de uno de los castillos
medievales mejor conservados del mundo.
El castillo es una pasada, y se
nos va medio día en visitarlo y en sacar fotos desde todos los ángulos
posibles.
Estamos en el ecuador del viaje y
toca regresarnos a Damasco, pero antes de eso, vamos a cruzar la frontera al
Líbano para dormir en una de las últimas ciudades romanas, Baalbeck o Ciudad
del Sol.
Nos hospedamos en el Palmira
Hotel, mas por su historia que por sus servicios. Este viejo hotel es historia
pura, puesto que aquí se alojaron los ingleses en la I Guerra Mundial y los
alemanes en la II Guerra Mundial. Además en sus paredes hay fotos de todos lo
personajes famosos que se han hospedado en el y aun se ven los agujeros de los
disparos de las anteriores guerras. Sin duda las camas deben ser de esa época
también, porque es imposible dormir en ellas…
No podemos salir del hotel,
porque Libano en este año aun es peligroso, por lo que matamos el tiempo
haciendo fotos creepy de todo lo que podemos.
DÍA 10: Baalbeck (Líbano)-
Maalula (Siria)
Nos hemos despertado temprano y
ya estamos listos para visitar las ruinas de los templos romanos.
Es en esta ciudad donde se
encuentra el complejo del templo de Baalbek, que mantiene las ruinas de dos de
los templos romanos más grandes: el Templo de Baco y el Templo de Júpiter.
También pertenece al Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Fue una de las últimas ciudades
romanas y sus enormes templos se deben a que ante el avance del cristianismo,
los romanos construían templos mas grandes y espectaculares.
Lo cierto es que te puedes hacer
una idea a la perfección de como fue este complejo en el pasado, y las vistas
también son muy hermosas.
Aquí
probamos una delicatesen libanesa, que son crepes con sirope de miel. Con lo
que me gustan a mi las filloas con miel…
Antes de cruzar la frontera nos acercamos a la ciudad de Anjar, antigua ciudad omeya también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su arquitectura omeya supone un puente entre el arte bizantino y el arte árabe. Entre sus ruinas se conservan el decumano máximo, el Gran Palacio con su muro exterior y el tetrápilo...
De vuelta en Siria, nuestro amigo
Muhin nos esta esperando para cruzar la frontera. Antes de volver a Damasco
hacemos una nueva parada en la ciudad de Maalula, uno de los poquísimos pueblos
donde todavía se habla una variante del arameo, la lengua de Cristo.
Se encuentra entre
montañas y lo mas famoso es su iglesia, El "convento de Mar Taqla" o Santa
Tecla, construida en una gruta.
DÍA 11: Regreso a Damasco
Anoche ya dormimos en Damasco, en
el mismo hotel del primer día, y nos enfrentamos al penúltimo día en Siria.
Para empezar, Muhin nos lleva a
las afueras de la ciudad para verla desde la montaña. Se ha empeñado en que
aprendamos una canción en árabe que lleva enseñándonos estas dos semanas y dice
que no podemos abandonar el país sin cantarla correctamente, así que ponemos
todo nuestro empeño en que salga a la perfección durante nuestro corto
desplazamiento.
Hoy dedicaremos el día a ver el
Museo Nacional y otros más pequeños y a las compras. Es nuestra despedida, así
que después del montón de fotos que nos hemos hecho para el recuerdo, toca
movernos un poco ya a nuestro aire y ver que nos llevamos de recuerdo. También
aprovechamos para descansar en la que seria mi primera visita a un Hamman (pero
no la última) Esto por supuesto lo tenemos que hacer por separado, chicas
primero y luego los chicos. Bueno, no tan por separado, porque cuando los
chicos están es su momento, extrañamente nos ofrecen pasar y esperarlos en la sala
de descanso.
Esto nos permite ver que mientras
en la hora de las chicas, todo esta cerrado a cal y canto y el trato es
bastante modesto, en la hora de los chicos todo son cuidados hacia ellos e
incluso la puerta esta abierta…
Una vez hechas nuestras compras y
comido un helado típico en el zoco, nos vamos a cenar con el chico de la
agencia de viajes que nos ayudo a montar esta pasada de viaje. Esta noche pizza
árabe…
DÍA 12: Bosra (ciudad de basalto)
Viajamos de camino a la frontera
con Jordania, país desde el que volveremos a España y pasaremos el final de
nuestro viaje.
Antes de cruzar la frontera
haremos una última parada, esta vez ya sin Muhin, en la ciudad de Bosra. Esta
ciudad construida sobre una meseta basáltica también fue declarada Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco.
El color negro de sus
edificaciones le da una especial atracción y están muy bien conservadas debido
a la dureza de los materiales. Uno de sus mayores atractivos es el teatro
romano, que está prácticamente entero.
Por la tarde llegamos a Petra.
Hemos elegido un hotel cerca de las ruinas para poder acercarnos caminando, sin
necesidad de buscar transportes. Después de 11 dias de arriba para abajo, hemos
decidido tomarnos los últimos días para descansar, por lo que el final del día
lo dedicamos a refrescarnos en la piscina del hotel y a vaguear.
DÍA 13: Petra
Toca madrugar para evitar el
mogollón de turistas. Así somos, nos vamos a las ciudades mas famosas y no
queremos encontrarnos con nadie, jejejeje.
Nos adentramos por el desfiladero
(Siq) que nos lleva directamente al Tesoro de Petra. No tenemos prisa, son 1,5
kilómetros, así que nos da para hacer un millón de fotos.
Hemos conseguido ser de los
primeros en llegar, por lo que nos pasamos un buen rato haciendo el tonto y
fotografiándonos de todas las maneras.
Petra emergió en el S.VI a.c. de
manos de una tribu llamados Nabateos. Esta ciudad era perfectamente defendible,
por lo que proporciono que la tribu se hiciera fuerte. Desde sus orígenes como
ciudad fortaleza, Petra se enriqueció por el control de la ruta comercial
crucial entre las tierras altas de Jordania, el mar Rojo, Damasco y el sur de
Arabia.
El Tesoro es una pasada de la
arquitectura, puesto que está directamente excavado en la roca. No se sabe
exactamente su origen, pero probablemente fuese un templo o una tumba real.
Pasamos por la Tumba Corintia que
se encuentra a continuación.
Desde la base en la que se
encuentra el Tesoro, toca una primera subida a El Deir o “Monasterio” que también
se encuentra incrustado en las rocas.
Pero lo mejor aun quedaba por
venir. Hay un camino que rodea toda la ciudad y que te lleva a la montaña desde
la cual tienes una perspectiva totalmente diferente a lo que hayas visto en
películas del Tesoro.
Date tiempo y ponle paciencia,
porque merece la pena. A los turistas se les ofrece subir en burro, mediante
pago, claro, pero nosotros no queremos hacer sufrir a ningún animal, por lo
que, parando en los puntos estratégicos, conseguimos llegar a la cima.
Pasamos por Columnas de el Gran
Templo.
Vemos el anfiteatro espectacular
desde este punto.
Y por fin la cima de la montaña
Al-Khubtha.
Lo bueno es que después de subir
una montaña, ya solo toca bajarla, jejeje.
De regreso aprovechamos para
visitar el interior de la Tumba Corintia y la Tumba de Palacio.
Después de este gran paseo por
las ruinas de Petra, ya solo queda volver a nuestro hotel y pasar la tarde en
la piscina. Tampoco hay mucho mas que hacer aquí, así que por la noche cenamos
en el hotel y nos fumamos una shisha. Mañana aun nos toca otra aventura mas.
DÍA 14: Wadi Rum o el desierto rosa
Después del día de ayer visitando
la hermosa ciudad de Petra, nos espera un hermoso paisaje. Hoy nos vamos al
Wadi Rum, el desierto rosa, y dormiremos en un campamento.
Para poder visitar el desierto,
debes contratar a uno de los numerosos “guias” que se agolpan a la entrada del
parque con sus destartalados jeeps.
La visita fue de unas 2 o 3 horas,
no recuerdo bien, y recorrimos los sitios mas emblemáticos. El famoso Khazali
Canyon, que es una estrecha fisura de unos 100 m de longitud en el pico Jebel
Khazali. Sus paredes interiores están cubiertas con inscripciones tamúdicas,
nabateas e islámicas, así como con petroglifos que representan humanos y
animales.
Sus dunas de arena de color rosa.
O el puente de roca Um Fruth.
Después de la visita al desierto,
nos vamos al campamento beduino donde pasaremos la noche. No es un campamento como
tal, sino unas tiendas de campaña con camastros a lo que llamaremos hotel.
Por desgracia, esta tarde se ha
desatado una tormenta de arena, por lo que solo podemos estar o en las tiendas
de campaña o en la tienda principal donde cenaremos y nos darán un espectáculo de
danzas beduinas.
De madrugada teníamos un plan
secreto (puesto que solo uno de nosotros sabia lo que iba a pasar) y nos toco levantarnos
a las 5 de la mañana. Se había pactado un viaje en globo por el desierto, por
eso el madrugón, pero la tormenta de anoche nos estropeo los planes. Demasiado
viento para volar, por lo que no pudimos hacer esta excursión. Solo hace viento
1 semana al año en este desierto, y nos ha tocado, que le vamos a hacer…
DÍA 15: Mar Muerto
Después del madrugón y un poco
tristes por habernos perdido esta experiencia, nos encaminamos al Mar Muerto donde
pasaremos el día en uno de sus resorts para descansar de cara al viaje de
mañana.
El resort Mövenpick está en la
costa del Mar Muerto que pertenece a Jordania, y tiene playa privada para
disfrutar del mar y todos los servicios que necesitamos para descansar.
Una vez que nos dan las llaves de
las habitaciones, corremos a ponernos el bañador y hacer todas las tonterías que
se esperan de un turista en estas tierras.
Hacernos la foto de turno
flotando…
Ponernos los famosos lodos terapéuticos
del Mar Muerto…
Si, esta soy yo, solo espero que del pelo se vaya fácilmente…
Tomar el sol, beber cerveza, comer
pizza o hamburguesas…
Después de cenar nos acercamos a disfrutar
de la puesta de sol y de los bailes tradicionales mientras nos tomamos una
merecida copichuela. Este viaje ya ha terminado y aunque nos espera el viaje de
vuelta a España, empieza ya el bajón de la vuelta a la rutina.
DÍA 16: Regreso a España
Sin duda un viaje maravilloso, de los que mas me han marcado, no solo por
la cultura y la riqueza de imágenes que me llevo de este país, sino por la
compañía que hicieron de este viaje, una experiencia inolvidable… Gracias
chicos!!!